Lecciones de un 'decofan'

No necesitas mil espejos que te lo digan cada día. Si no quieres que tu casa parezca la sala de los espejos de un parque de atracciones y acabar chavetilla con tanto reflejo, pon pocos pero bien situados: donde incidan los rayos del sol para multiplicar la luz o donde quieras ganar profundidad. Espacio decorado por Miriam Barrio. 

Ten muy presente las dimensiones de la habitación que estás decorando y no te equivocarás al elegir las piezas. Porque, si las eliges demasiado grandes, el resto quedará ridículo. Y al revés sucederá si las piezas se pierden en el espacio. Librería, de Berenis Antigüedades y mesa, de Mompas. Espacio decorado por Mónica Garrido. 

No pegues las piezas entre ellas si no quieres tener que llevar encima todo el día una crema antigolpes. En el caso del dormitorio, por ejemplo, deja por lo menos 70 cm de paso entre la cama y una consola o 100 cm si hay una cómoda con cajones. Espacio decorado por Abel Pérez Gabucio, de Abag Studio.

¿Estabas depre el día que elegiste el color de la pared? ¿Pasabas por una época gótica? Los colores oscuros quedan de miedo en espacios hiperiluminados pero si te falta claridad, el efecto que puedes crear es de boca de lobo. Si te falta la luz, siempre, siempre, apuesta por claros. Ganarás metros... y buen rollo. Espacio decorado por Miriam Barrio. 

Una alfombra demasiado pequeña, empobrece. Elígelas en su justa medida. Para pasillos, cuenta dejar de 10 a 15 cm libres hasta la pared. En el salón, que acoja todos los muebles y sea algo más ancha que el sofá. Y en el dormitorio, una gran alfombra bajo la cama que sobresalga por los lados y los pies pero deje libre la zona del cabecero. 

Si acumulas objetos decorativos corres el riesgo de que tu casa parezca un mercadillo. Elige lo que mejor te represente y libera la estancia de lo que no te llena en especial. Ganarás espacio y sensación de orden. Sobre todo si tu casa también está decorada con muebles de distintos estilos, algo que, por sí solo, ya llena más que una deco "a juego". 

 Y es que si sobreiluminas corres el riesgo de crear espacios incómodos. No tengas miedo a rincones en penumbra. Crearás ambientes relajantes. Y ojo también con la temperatura de la luz. Si es muy blanca, corres el riesgo de caer en el efecto "aparición de la virgen". Lo mejor, unos 3.300 grados Kelvin. 

"Me lo pregunto porque hay tantas cosas por en medio, que quizás las estés embalando...". Si te gustan los muebles con baldas abiertas o las puertas de armario con cristal, utiliza cestas o cajas para organizar las cosas. Te ayudará a encontrarlas cuando las necesites y, a la vez, se verá todo mucho más ordenado. Espacio decorado por Marta Torres. 

Ojo con el largo de las cortinas. Si te quedas corto, parecerá que se te hayan encogido y si te pasas, crearás un ambiente pesado y poco cuidado (además que los bajos se ensuciarán mucho más). Lo ideal: cuelga unas cortinas que midan el largo de la ventana más 15 cm. Y si quieres que arrastren un poco, añade 10 cm más. Espacio decorado por Synne y Hanne Brendmoe.