El sofá, las cortinas, los cojines, la alfombra... Acertar con los tejidos, las texturas y los colores es clave para dar confort al salón. Los expertos te ayudan a escogerlos.
Borja Lamadrid
Editor textil de Güell-Lamadrid
Acierta con la tapicería del sofá
Resistencia ante todo. Un sofá no se cambia cada año. Al contrario, lo ideal es que dure el máximo tiempo posible. Por eso, los tejidos de algodón son la tapicería estrella por su resistencia, porque no se deforman y porque aportan un plus de naturalidad. “Te recomiendo que tapices el sofá con una tela con tratamiento antimanchas o lavable y, si está junto a la ventana y recibe el sol directo, con protección UV”.
Ana Gayarre
Prensa-RRPP de Gastón y Daniela
¿Retapizar o cambiar el sofá?
Valóralo. ¿Los almohadones del asiento están hundidos? ¿La tapicería se ve muy desgastada? Ha llegado el momento de cambiar o retapizar el sofá. Tú decides qué es lo mejor.
No solo es cuestión de dinero. Sopesa la calidad de tu sofá, su diseño o su antigüedad... o el cariño que le tienes. Retapizar tiene un coste alto, pero comprar un sofá nuevo también. Hacer una lista con los puntos a favor de cada opción te puede ayudar a decidir.
Pide 3 presupuestos a diferentes tapiceros, así podrás comparar precios. Según el estado del sofá, retapizarlo te costará a partir de 800 (no menos de 1.000 € con la tela). Tienes una tercera opción: comprar una funda, que es más fácil de mantener, lavar y cambiar. Si está hecha a medida se ajustará como un guante pero su precio no bajará de 600 o 700 €. También existen fundas prêt-à-porter, que son mucho más baratas pero no se ajustan tan bien.
Beatriz Gancedo
Directora comercial de Gancedo
¿Cómo combinar las telas del sofá y de las butacas?
Para gustos, los colores. Con los neutros: beige, gris, blanco..., nunca te equivocarás. Pero a mí me encanta el color: da optimismo y hace que el salón sea una estancia mucho más personal. Si no te atreves con los asientos, usa el color en los cojines.
Si tu salón es pequeño. Combina telas lisas con diferentes texturas o composiciones, como un algodón con una chenilla, ambos en color crudo. Así lograrás un aspecto actual y podrás jugar con cojines de distintos colores o dibujos coordinados. Es también la opción ideal si no eres demasiado atrevida.
Un dúo infalible. Una tela lisa en el sofá (la pieza más grande) y una estampada en la butaca (flores, rayas o dibujo geométrico). Eso sí, es imprescindible que tengan colores coordinados.
Mariles Cervera
Diseñadora de interiores y decoradora
Elige el color del sofá
más adecuado para tu salón
Cuestión de luz y espacio. Antes de elegir el color del sofá, analiza cómo es tu salón. ¿Es grande o tiene pocos metros? ¿Es luminoso o tiene poca luz natural? Sigue estas tres pautas para acertar.
1. Si tiene pocos m2. Apuesta por un color neutro y poco marcado (piedra, perla, blanco roto...). Un tono suave pero que tenga color es la mejor opción para un salón de pocos metros.
2. Si es grande. Si no tienes problemas de espacio, elige una tapicería de un color intenso para el sofá: dará mucha fuerza a todo el ambiente. Un sofá demasiado neutro se “perderá” en una estancia grande.
3. Si tiene poca luz. Para compensar un salón oscuro, escoge una tela clara, luminosa y alegre (violeta, verde, azul...), lisa o con un estampado pequeño. El blanco también es una opción.
Marieli Usera
Decoradora, de Usera Usera
Los cojines: ¿cuántos, cómo, dónde?
Pequeño gran cambio. ¿Quieres sentir que estrenas salón? Cambia los cojines del sofá y las butacas. Te sorprenderás.
El número. No te pases. Bastan 3 de distintos tamaños y formas en cada extremo de un sofá de 3 plazas. Ponlos de manera asimétrica. También quedan muy bien dos de 60 x 45 cm ladeados con dos de 45 x 35 cm delante. Y cámbialos de lugar de vez en cuando. Los tejidos Yute, lana, pana, terciopelo, chenilla, seda, lino, loneta... Las opciones son muchas, elígelas según la estación del año. Y si los haces a dos caras, con distintas telas, tendrás “un dos en uno”.
Los motivos. Geométricos, cuadros, rayas, flores... No tengas miedo a mezclarlos: si coordinas sus colores quedarán perfectos juntos.
Los remates. Pon espumillón en lugar de vivos, abróchalos con botones de nácar o de colores, o hazles pestañas laterales de distintos tonos.
Maria Rosa Atienza
Encargada de Coordonné
Cada salón pide
un estilo de cortinas
Según su tamaño y su claridad. Antes de elegir las cortinas, fíjate en la superficie del salón y la cantidad de luz natural que tiene. Si es pequeño y oscuro, lo mejor es poner algo ligero que ocupe poco, como unos estores de visillo en un tono neutro. En cambio, en salones grandes y con mucha luz se puede arriesgar, elegiendo tonos más oscuros y mezclando caídas y estores.
Según su decoración. Las cortinas tienen que estar entonadas, o bien con el color del resto de textiles del salón (tapicerías, alfombras...), o bien con el color de las paredes. Esta última opción es un éxito seguro: si consigues que las cortinas tengan el mismo tono que la pintura, las integrarás mejor y no “pesarán” visualmente. Además, podrás jugar con el resto de textiles y colores del salón.
Beatriz Silveira
Diseñadora de interiores y decoradora
5 trucos para vestir ventanas
1. Ganar luz. Elige tejidos ligeros y translúcidos en colores claros. Los linos y los tejidos de aspecto natural son perfectos para visillos o estores porque, al ser más transparentes, dejan que la claridad se cuele a través de ellos.
2. Más estilo. Las cortinas colgadas de una barra sencilla, en color dorado mate, están de plena actualidad. Apuesta por unas caídas en acabados naturales, como el lino rústico.
3. Más glamour. Las cortinas siempre tienen que llegar al suelo. Mejor, incluso, si arrastran un poco (unos 10 cm); nunca pueden quedar cortas.
4. Agrandar ventanas. Coloca la barra justo bajo el techo y de pared a pared. Parecerá que tras la cortina haya una gran ventana.
5. Acortar ventanas muy altas. Un recurso ideal es coser, en los bajos de la cortina, una franja de unos 10 cm de un color más oscuro. Visualmente parecerá más corta.
Pablo Martínez
Director gerente de KP Alfombras
Alfombras: busca la calidez y el estilo desde el suelo
¿Natural o sintética? Las naturales, además del atractivo estético, son más saludables. Las de lana, por ejemplo, son resistentes a la deformación, a la decoloración y al paso del tiempo. Las sintéticas, incluidas las de vinilo, absorben menos la suciedad que las naturales y sus posibilidades de texturas son infinitas. Pero duran menos.
¿Grande o pequeña? Depende del tamaño del sofá, de la mesa de centro, sillones o mesitas auxiliares... Yo recomiendo optar por una alfombra a medida, que albergue bien todos los elementos del salón, cubriendo toda su superficie.
¿Lisa o estampada? Una lisa es un éxito seguro, en especial en un salón pequeño, aunque también puede tener textura (un poco de relieve, algo de brillo...). Lo imprescindible es que coordine bien con el color del sofá.
Beatrice Askanazy
Socia de la firma Teixidors
Plaids y mantas, 100% naturales
Imprescindibles en el salón. Porque aportan bienestar y confort, son agradables al tacto y crean ambientes cálidos y acogedores.
Materiales estrella. Este tipo de complementos, que están en contacto con el cuerpo, deben ser siempre naturales, ya que permiten una mejor transpiración y son más saludables. En invierno recomiendo los de lana merino o cachemir con alguna mezcla de seda natural. En verano, los plaids de lino y algodón, siempre 100%, son un básico que funciona.
Diseño atemporal. Apuesta por diseños atemporales y lo más coordinados posible con la tapicería del sofá. La ideas es que al ser prendas naturales y de calidad, duren para toda la vida.
Elígelos grandes. A partir de 150 cm, para que te permitan acurrucarte o taparte si te tumbas en el sofá.