La falta de metros agudiza el ingenio. Y también los espacios dedicados a varios usos. En el primer caso, buscamos soluciones que nos permitan aprovechar huecos muertos. En el segundo, que separen los distintos usos sin perder la sensación de espacio y la comodidad. Aquí encontrarás ideas que lo consiguen ¡y por partida doble!
Decora y guarda en el dormitorio
¿Has visto la pieza que abre este artículo? Si tienes un dormitorio estrecho y alargado, aprovecha para colocar entre el armario y la cama un mueble como este. De 1 m de altura y una profundidad de 40 cm puedes tener, a un lado, una estantería que decorará tu dormitorio, y frente a los armarios, dos huecos con puertas para guardar zapatos. Práctico, bonito y, además, hará que tu dormitorio se vea mucho más proporcionado.
Piezas con muuuuuucho que dar
La arquitecta Mar Marcos se enfrentó a un piso muy compartimentado que necesitaba ganar sensación de espacio y mucha luz. ¿Su idea? Un mueble que separaría la zona de estudio y los dormitorios, del salón y la cocina, pero manteniéndolos comunicados.
¿Cómo? Con un ventanal en medio. En el lado del estudio, bajo el cristal, unas mesas cuya trasera se convierte, en el lado del salón, en un banco con respaldo. Y sobre el cristal, unos armarios que, en el salón, se transforman en estanterías.
Un genial distribuidor de espacio
Este mueble divide un piso de 45 m2 en dos áreas. Es un elemento continuo, creado por el arquitecto Alberto Cortines, que va desde que entras al salón hasta que llegas al dormitorio y va albergando las piezas de los diferentes espacios que atraviesa. ¡Atenta! Primero es un mueble bajito típico de salón, luego se levanta y se convierte en armarios de cocina y donde está la nevera integrada, y al entrar en el dormitorio, baja para hacerse cómoda.
Detrás, está la zona de armario. Aquí, el mueble bajo tiene cajones y sube de nuevo al acercarse al baño para guardar la ropa de casa, en la misma parte que, en la cocina, es la alacena. ¿Es o no es genial?
Para jugar y empezar a estudiar
Los más pequeños necesitan espacio para imaginar y poder jugar sin miedo a desordenar. Pero también rincones para concentrarse y habituarse al estudio. Esta idea lo consigue. Un escritorio cuya trasera se convierte en pizarra.
Colocado perpendicular a la pared, crea esos dos espacios. Un detalle importante: la trasera sube más que la mesa para que, cuando estudie, no vea la zona de juegos. Se concentrará mejor.
Y tras la estantería... ¡la cama!
¿Un solo espacio en el que ha de convivir el salón y el dormitorio? Crea un tabique útil. 90 cm de profundidad permiten hacerlo librería (25 cm de fondo) en el lado del salón y en el del dormitorio, armario con puertas correderas (65 cm de fondo).
Al no llegar a los extremos ni al techo, permite el paso, la entrada de luz y la sensación de espacio. Importante: que esté bien anclado al suelo para máxima seguridad.
¿Te has quedado con ganas de más? Entra en la galería de imágenes. Te gustará lo que verás.