Kids tunning: ¡tunea sus muebles!

Con unos listones cortados en forma de tejado de dos aguas, la cama Kura de Ikea se convierte en una casa. Una idea simple pero ¡tan decorativa! A ellos les encantará y su habitación quedará mucho más bonita sin verse más llena. Puedes darle un toque más mágico, enrollando en los listones del tejado unas guirnaldas de luz. 

Dales vida con un poco de pintura, como en esta habitación en la que se han pintado nubes blancas en las puertas de los armarios bajos. Les dan luz y los hacen mucho más bonitos. 

Puedes optar por dejar por su habitación cajas de madera con ruedas que ellos llenen de juguetes y que te las encuentres siempre por en medio o bien tapizar la tapa para que puedan sentarse, además de guardar en ellas, y queden recogidas bajo su mesa de juegos como si fuesen las sillas.

¿Eres amante del blanco y no te atreves a dar color por miedo a equivocarte? Los stickers están hechos para ti. Dan vida a los muebles o a las paredes y muchos pueden desengancharse y volverse a pegar sin causar ningún deterioro.

Cambia pomos, pinta con los motivos que más os gusten... Con muy poco puedes crear piezas de lo más originales para su habitación. Y no necesitas grandes dotes de DIY para conseguirlo. En este caso, por ejemplo, dibuja con cinta de pintor, unas montañas y pinta el hueco que quede. Simple y perfecto. 

Esta vez para crear unos graciosos taburetes. ¿Una idea? Píntalos del mismo color pero de modo distinto, como aquí, donde uno está totalmente pintado mientras que el otro solo tiene pintado el asiento. 

Con unas baldas cortas como estas conseguirás una pequeña librería de lo más original y decorativa, y de paso, darás vida al siempre algo feúcho lateral de armario exento. 

¿Y espacio para tener otro para su ropa? Pues conviértelo en un rincón de juegos. ¡Mira qué ideaza! Un hueco hecho en el lateral se convierte, con un toldo, en el mostrador de una tienda. Y dentro... todo un mundo del que no querrá salir.

Aquí vive un niño. Un enorme gato lo delata. Con un sticker gigante para puertas puedes dar la bienvenida a su cuarto con una gran sonrisa. Te llenará de besos.

Un simple escritorio y unos armarios, unidos por una placa de madera en la que colgar cosas, se convierten en un rincón de estudio de lo más completo y que parece hecho a propósito.

Entonces esta es tu idea. Una casa (de verdad) construida en la cama superior de una litera. Listón a listón, se crea la pared y un tejado que acaba en la pared. Si tienes dos niños... ¡ojo! Habrá peleas para ver quién se queda con l mansión de sus sueños. 

Ahora, una balda y un colgador. ¡Y qué mono (y barato)! En vuestra próxima excursión, dale una misión: que busque un tronco al que puedas clavar arandelas de las que colgar su ropa. Un toque boho para peques chic.

¡En su mesita! Una mano de pintura de pizarra y listo. Y en el centro, haz un agujero donde meter una maceta de zinc y colocar ahí todas las tizas. Las tendrá a mano y te evitarás encontrarlas perdidas por ahí.