No necesitas pedir un crédito para cambiar tu casa. Solo buenas ideas. Como estas. Para algunas, solo te hará falta algo de pintura; para otras, paseos por algún mercadillo o por casa de tu abuela; y, en todas... ¡que saques al interiorista que llevas dentro!
Recicla: ¿cesta o lámpara?
Dar con la lámpara ideal para el comedor es una de las tareas más difíciles al decorar la casa. ¿Y si la lámpara no tuviera que ser una lámpara? Para el comedor de la foto que abre el artículo, que es muy grande, la decoradora Cuca Arraut mandó hacer unas lámparas inspiradas en las cestas rústicas de toda la vida. Si te gusta la idea, puedes reutilizar un cesto de verdad. Hazle un agujero para pasar el portacables, enrosca la bombilla y ¡que se haga la luz!
Recupera tus muebles de caña
Eran un clásico de los apartamentos de playa en los 60 y 70. Durante unos años nos gustaron a todos y luego pasaron de moda. Pero como en la vida todo no es o blanco o negro, queremos darles una oportunidad. Prueba con un mueble pequeño, como estas mesas nido, y píntalo con chalk paint en espray, en blanco. Luego ponlo en un sitio donde te sea útil y míralo con nuevos ojos. ¿A que no está nada mal? Estas incluso quedan bien al lado de un banco clásico...
El vintage se lleva... ¡hasta en la mesa!
Tómate el día libre y recorre los rastros y almonedas de tu ciudad. Cómprate unas copas labradas, unos cubiertos barrocos... ¡lo que te guste! Y ahora, a la mesa. Mézclalos con platos de diferentes vajillas y servilletas de lino. El truco está en elegir servilletas y copas en la misma gama de color. Más ideas para la mesa, aquí.
Busca un rincón del salón junto a una ventana. Pon una mesa pequeña. Y las plantas encima. Palmeras, plantas crasas, cactus..., hay muchas opciones para poner verde tu casa. No necesitas una selva. Elige variedades pequeñas y juntas, crearán un jardín que decorará y oxigenará tu casa. Y ahora... ¡respira hondo!
Atrévete y pinta algo de negro
Si en tu casa tienes mucha luz natural, no tienes excusa para no probar. Fíjate qué chula queda, pintada de negro, esta librería. Y eso que es un mueble grande... Claro que le hemos pillado el truco: la trasera interior es de madera clarita. La mesa, también tiene el pie negro pero la base, de madera, para darle luz y calidez.
Cortinas "camuflaje"
Una cocina abierta a la zona de estar tiene que estar... pero no parecer una cocina. Y en eso tienen mucho que ver las cortinas que elijas para ella. Pon estores de la misma tela que las cortinas del salón. Funcionará seguro.
Casitas por todas partes
Nos gustan las casitas, qué le vamos a hacer. ¿Será porque despiertan a la niña que llevamos dentro? Sea lo que sea, ¡que formen parte de la decoración! Y más si tienen una función, como estas, de Maisons du Monde, en las que guardar cosas mini del salón, del dormitorio, del baño...
Paredes pastel
- Sweet, so sweet. Verdes, azules, rosas... Si te van los tonos pastel, no te resistas a utilizarlos también en la cocina y en el baño.
- Combínalas. No hace falta que todas las baldosas sean de color pastel. Puedes combinarlas con otras en blanco. Y salpicar la pared con una baldosa estampada de vez en cuando. O hacer mitad baldosa, mitad pintura. O cubrir con baldosas solo las zonas "de agua" (el frontal del lavamanos y la pared de la ducha). A nosotros nos encantan todas las opciones.
Sí a la mesa camilla
La mesa camilla de tu abuela vuelve a escena. Cubierta con una tela con cuerpo, hasta el suelo (así da igual si es más o menos bonita) llenará ese hueco entre sofás en el que no sabías qué poner. Y podrás apoyar flores, libros, la lámpara... Recupérala.
Espejito, espejito... ¡ilumina el salón!
No nos cansamos de decirlo: si tu salón es pequeño, o tiene poca luz, ponle un espejo. Lo que no te decimos es que ese espejo no tiene por qué estar en la pared (que también). Puede estar en las puertas de un mueble, en el tablero de la mesa de centro, en una pieza decorativa.