Muchos de los elementos decorativos que protagonizan cualquier salón de estilo inglés tienen su historia en las antiguas casas de la high society: las lámparas de araña, las butacas y sillones orejeros, el estilo colonial en el que impera la madera oscura... Pero por otro lado, también ganan protagonismo los tonos verde oscuro y los estampados florales que evocan los paisajes selváticos que fueron conquistados por las antiguas colonias británicas. Como puedes comprobar, todo tiene un porqué y la decoración, siempre, ¡toma nota de todo!
También hay una vertiente de las fiestas más top de la Inglaterra del siglo XIX en el que sin duda alguna se contaba con el icono de la decoración inglesa por excelencia: un sofá Chéster, abotonado, de espalda baja y piel marrón chocolate y que, a lo largo de los años, se ha ido adaptando a las nuevas tendencias de de decoración sin dejar atrás su forma original. Nuevos tapizados, colores, tejidos, número de asientos... pero el Chéster es inconfundible.