Si aún faltan meses para que nazca tu bebé y sientes unas ganas irrefrenables de tener su habitación lista (por si acaso), es que el "síndrome del nido" ya ha hecho mella en ti. ¡No te asustes! No es peligroso ni contagioso. Simplemente no puedes evitar querer tenerlo todo a punto y perfecto para su llegada. Te echamos una mano para planificar su habitación sin estrés.
De 0 a 3 años: ¡bienvenido a casa!
Aunque lo de montar su habitación te parezca un mundo, en realidad un bebé no necesita mucho: solo un lugar donde sentirse protegido y a gusto. Puedes empezar por lo básico: una cuna confortable y segura, un mueble donde cambiarlo que sea cómodo para tu espalda (muy importante, porque te pasarás muchas horas frente a ese cambiador) y otro donde guardar su ropa. ¿El resto? Ya irá llegando, ¡no quieras correr!
- Una cuna que crezca con él. Elígela con varias alturas para adaptar la posición del colchón a la edad del bebé. Cuando ya se levante y se tenga en pie, por precaución, debe estar abajo del todo. Si eres partidario del colecho, debes saber que hay cunas especiales que permiten bajar los barrotes de uno de los lados. Quedan "abiertas" y las puedes arrimar a tu cama para que puedas acceder al bebé de manera más cómoda y directa, sin tener que sortear los barrotes.
- Paredes divertidas. ¿Sabías que a los bebés les atraen los colores vivos? No te cortes y llena su habitación de estímulos y de colores. Si no te apetece pintar, atrévete con un papel pintado alegre. No hace falta que llegue al techo, puedes instalarlo a modo de zócalo –a unos 170 cm –. Además de decorar, protegerá las paredes. Será más práctico si lo eliges lavable. No será ni el primer ni el último niño en hacer sus primeros garabatos... en la pared.
- Cambiador dos en uno. Si eliges una pieza transformable, alargarás su vida útil más allá de los dos primeros años del bebé. Hay cambiadores que sirven de cómoda y otros que, como el de la imagen, se pueden convertir en un práctico escritorio.
- Juegos mullidos y seguros. No lo dudes: pon una alfombra en su cuarto. ¡Y que tenga color! Con ella, sus primeros gateos y aterrizajes serán blanditos. Mejor si optas por un diseño de pelo corto –acumulará menos polvo– y, sobre todo, que sea lavable.
Materiales naturales
- En las paredes. Lo ideal es que utilices pintura ecológica, natural o pintura cerámica, que no contienen materias primas tóxicas y desprenden poco olor. Consulta en la etiqueta si es hipoalergénica y, sobre todo, ¡que sea lavable!
- Los muebles. En la medida de lo posible evita el plástico y derivados. Lo más "sano" son los muebles de madera. Asegúrate de que procede de bosques sostenibles y que no la han tratado con barnices tóxicos. A esta edad todo lo muerden y lo chupan. Vale más prevenir...
- Los textiles. El algodón 100% es la opción más natural para ropa de cama porque tiene un tacto agradable y es transpirable. También para las alfombras, aunque cada vez ganan más adeptos las de vinilo.
De 3 a 6 años: ¡qué rápido crecen!
Tu bebé... ya no es un bebé. Ha crecido y su habitación debe crecer con él. Entre los dos y los tres años se suele dejar la cuna y pasar a la cama. Es este un momento perfecto para renovar su habitación, adaptándola a sus nuevas necesidades.
- La cama. Dormir no es un juego, pero la cama no tiene por qué ser aburrida. Y si no mira esta propuesta, perfecta para una princesita moderna. La cama cuenta con un dosel en corona que es muy fácil de colocar y, junto con la espectacular caída de lino gris, le da un rollo genial al cuarto. Completa la cama con muchos cojines, así durante el día se convertirá en una zona extra de juegos.
- Un armario a su medida. No tiene que ser muy grande porque su ropita tampoco lo es. Si las barras son móviles puedes ir adaptando su altura al ritmo de su crecimiento. Es importante que esté bien fijado a la pared para evitar sustos. Piensa
que a los niños les encanta escalar muebles o meterse dentro para jugar al escondite.
- Una mesa para sus creaciones. Pintar, recortar, moldear, leer, jugar... Cuando ya son más independientes necesitan tener una mesa y una sillita a su medida para "sus cosas". Elige piezas ligeras, para que las puedan mover sin problemas, y fáciles de limpiar. Todos saldréis ganando.
3 consejos de seguridad
- Ventanas a prueba de niños. Pon un tope para que no las abran. Las cuerdas del estor también son un peligro: que no lleguen a ellas.
- Alfombras voladoras. Si quieres evitar que la alfombra se mueva, coloca un antideslizante debajo. Evitarás más de un resbalón.
- Sin ángulos peligrosos. Todo lo que quede a su altura es un peligro en potencia. Sobre todo si termina en ángulo. Protege las esquinas de los muebles y estantes con mullidos protectores de esquina. Te ahorrarán más de un chichón.
Si quieres ver al detalle las ideas y muebles de estas dos habitaciones, no te pierdas nuestra galería. Ah, ¿quieres más? Pues no te pierdas nuestros vídeos: paso a paso para montar su primera habitación y una habitación nórdica para los peques.