La mesa... ese tótem alrededor del que celebramos todas las cosas celebrables. Ella sabe que es la reina de las fiestas y que captará la atención de toda la familia en los días claves. ¡Qué bien acompañada! Decorarla es todo un ritual. El estilo, el color, la vajilla, la cristalería, el centro de mesa, los adornos, los pequeños detalles... Todo cuenta para que la puesta en escena sea perfecta. Y claro, lo que debía ser un juego se convierte, en más de una ocasión, en un auténtico quebradero de cabeza.
Si te toca recibir en casa y no sabes por dónde empezar te recomendamos que antes de nada decidas el estilo que quieres para tu mesa. La decoración habla mucho de ti, por lo que si las formalidades no van contigo, ¿qué sentido tiene que fuerces una puesta en escena con la que no te sentirás a gusto? La Navidad, Nochevieja y Reyes son fiestas muy familiares. Así que disfrútalas con naturalidad ¡y sin corsés!
Una vez claro el estilo, toca decidirse por el color. En función de él podrás elegir el resto de elementos de la mesa. Y, ojo con el mantel, es más importante de lo que parece. Dos trucos: si quieres que el protagonismo recaiga en la vajilla (porque es de herencia, porque tiene motivos o es de color), elígelo liso y crudo o en blanco. Por contra, si la vajilla es lisa, puedes apostar por un mantel bordado y más sofisticado.
Llega la hora del centro de mesa: elijas el que elijas, nunca debe ser un obstáculo visual entre los comensales. Tenlo en cuenta y triunfarás seguro. Un servilletero customizado, un pequeño detalle como obsequio, el nombre del invitado en una tarjeta o a modo de colgante decorativo en la silla son detalles que harán que la fiesta sea completa.
Todas estas ideas y algunas más las encontrarás materializadas en esta galería, en la que hemos reunido 15 mesas, de diferentes estilos, vestidas de fiesta. ¿Con cuál de ellas te quedas?