Las cocinas son por definición el espacio de reunión de cada hogar convirtiéndose en una estancia primordial. A la hora de planificar una cocina, es tan importante tener en cuenta la distribución, los electrodomésticos y tu propio gusto, pero también lo es la superfície donde preparas tus mejores platos.
Curiosamente, a pesar de ser una estancia primordial, históricamente se ha tendido a ocultarla. Esto fue así hasta que, a principios del siglo XX, el movimiento liderado por Walter Gropius y la Bauhaus, asentaron los conceptos de cocina estética-funcional que imperan en la actualidad. Aportaron ideas absolutamente desestimadas hasta la fecha: la cocina ya no era un espacio oculto, se debía diseñar como un lugar abierto y bien comunicado con el resto de la casa.
Este cambio ha obligado a los fabricantes a crear encimeras de cocina con diseños y materiales puramente naturales, abandonando las piezas más sintéticas.

Las exigencias de una encimera
- Higiene: Una bancada higiénica es aquella que no favorece la proliferación de bacterias, hongos o microorganismos. Este aspecto va directamente vinculado a su porosidad.
- Durabilidad: Se mide según su resistencia a diferentes agresiones, como golpes fuertes, la resistencia a la abrasión y a la corrosión de productos químicos, al rayado y evidentemente cuenta mucho la posibilidad de ser reparadas.
- Salubridad: La afectación a la salud de estos materiales se mide según la liberación de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles) al aire y, en el caso de los minerales, también según su radioactividad.
- Estilo y personalización: Elige los materiales que mejor se adapten a tu estilo, los minerales aportan seriedad y elegancia y la madera un estilo más cálido y ecológico.
- Precio: Los precios de estos productos varían desde los 100€/m² hasta los 3000€/m², incluyendo corte e instalación.