¿Estores o cortinas? ¿De algodón, de lino, de seda...? Se trata de una decisión importante, tanto por motivos decorativos como prácticos. Para darle un toque distinguido a la estancia, te recomendamos que las cortinas vayan de techo a suelo. De este modo tu ventanal parecerá más alto. Si no deseas los clásicos ojales o anillas, recurre al velcro. Puedes hacerlo tú misma: cose una tira de velcro en el extremo de la cortina y pega otra a la pared. Ideal también para cortinas livianas.

Telas al poder
¡Fuera dudas! Acierta con las cortinas
Elige las telas más luminosas
- Sedas, muy luminosas, elegantes y delicadas. Su acabado brillante y sus reflejos crean ambientes románticos y sofisticados. ¡Ojo! El sol directo puede "quemarlas" y decolorarlas. Por eso conviene que las forres.
- Linos, se llevan los acabados naturales y tamaños XL. Los hay con tramas más o menos abiertas, hilos finos, gruesos, motivos sutiles... Ya hay linos con un ancho de 280 cm (lo habitual es 140 cm). Esto permite confeccionar caídas sin añadir paños.
- Algodones, un todoterreno para cualquier tipo de cortina. Para caídas vaporosas y con movimiento, elige un algodón fino, de trama ligera, que queda menos "tieso" y tiene más movimiento.
Hoy en día hay cortinas que se venden ya confeccionadas y solo tienes que hacer el bajo, incluso sin coser, con tiras adhesivas. A la hora de colgarlas, puedes escoger entre hacerlo con barras, son fáciles de instalar, decorativas (las hay de muchos materiales y acabados) y puedes renovarlas por poco: cambia los remates simplemente y... ¡barra nueva!; o con rieles. Estos se integran en el techo y dan un look más actual. Para ocultar el mecanismo, complétalos con una galería o cornisa: parecerá que las cortinas cuelgan del techo.

EN 3 PASOS
Vuelve a enamorarte de tu salón