"Hoy no he hecho nada. Qué pérdida de tiempo...". Habrás dicho u oído esta frase más de una y de dos veces. Pues bien, hoy vamos a darle la vuelta porque queremos reivindicar el Dolce far niente de los italianos, es decir, no hacer nada y que no suene a culpabilidad sino a gustazo.
¿Y qué pasa con el Carpe diem?
Hay que aprovechar el momento, claro que sí, pero no hace falta que estés produciendo siempre. Estar activos y tener rutinas nos mantiene sanos física y mentalmente, pero si no introduces como una rutina el "no hacer nada", cuando tengas momentos ociosos no te sentirás bien, sino culpable.
Apaga el móvil: (sobre)vivirás
Que sí. Que puedes. No te ahogarás ni te saldrá ningún sarpullido. Al contrario. Dejarán de taladrarte los continuos pip-pips de tus grupos de Whatsapp y bajarás el nivel de estrés además de que descansarás mejor. La luminiscencia de la pantalla altera la producción de melatonina, la hormona inductora del sueño, y las continuas ondas electromagnéticas del móvil pueden causarte dolores de cabeza, irritabilidad, depresión, etc. Se lleva el JOMO, así que ¡desconecta!
Hay que aprender de los italianos y los daneses
No, no nos hemos equivocado. Así como los italianos tienen muy claro que hay que disfrutar con su Dolce far niente, los daneses también lo tienen con su hygge. Y lo consiguen de verdad porque, según un informe anual de la ONU, Dinamarca es el país más feliz del mundo y su secreto está en esa palabra, que viene a significar algo así como dedicar un tiempo cada día para hacer lo que te hace sentir bien, solo o en petit comité.
Rincones SOLO para ti
Para desconectar de verdad necesitas un ambiente que te ayude. Una iluminación acogedora; silencio o tu música favorita de fondo; velas o, si eres muy afortunada, una chimenea encendida; flores o plantas que te hagan respirar frescor... Y las mejores piezas para descansar: chaise longues, butacas, divanes, bancos acolchados bajo ventanas, balancines, hamacas...
Que no te falte de nada
- Si tu rincón es una butaca: una mesa auxiliar para apoyar la taza de te o tu libro favorito y una lámpara de luz cálida.
- Si tu rincón es una chaise longue: una mantita colocada en una cesta junto al asiento. Decorarán y te permitirán taparte si lo necesitas con el mínimo esfuerzo.
- Si tu rincón es un banco: una colchoneta de 10 cm de grosor te dará comodidad para sentarte o estirarte.
- Si tu rincón es un diván: elige un cojín que pueda servirte de almohada para estirarte o bien un par de cuadrantes que puedas colocar para reclinarte.
Y una última receta "hyggiana" para disfrutar de tu dolce far niente: te sientes o te reclines, una alfombra bajo tus pies, un plaid para arroparte y una buena taza de te caliente, te darán la calidez necesaria para sentirte en el mejor de los lugares.
Si te hemos convencido, sigue navegando por nuestra galería de imágenes. Seguro que encuentras tu rincón perfecto para hacer "click", desconectar de verdad, y volver a la rutina con más ganas y mucho más feliz.