Tres son las claves de un salón confortable y duradero: colores suaves, superficies de fácil mantenimiento y almacenaje eficiente. Además, en cuanto a su distribución, debes tener dos ideas en mente: respetar zonas de paso amplias y mantener las ventanas libres de obstáculos para que la claridad inunde tu casa.
Reinventa tu salón
Sabiendo esto, ya estás preparada para mirar tu salón con nuevos ojos. ¡Pero no coloques todavía mentalmente ningún mueble! Primero debes pensar en conjunto. Es decir, definir cuántas zonas o ambientes quieres crear y su posición dentro del salón. El tamaño de esta estancia tendrá lógicamente gran influencia en tus decisiones, aunque también su forma. En pequeños salones con una planta rectangular -inferior a 4 m de ancho- no tendrás más remedio que distribuir los ambientes en línea para dejar libre un pasillo lateral. Si tu salón es más cuadrado o irregular reparte las zonas del salón de manera que estas dibujen una línea diagonal imaginaria: parecerá más dinámico y aprovecharás mejor los metros.
Un plano a escala donde sitúes los elementos fijos que condicionan la distribución (puertas, ventanas, tomas de luz…) te será de gran ayuda para darle vueltas hasta llegar a la mejor opción.
La zona de estar ideal
En la zona de estar lo fundamental es sentirnos confortables. Debes colocar los asientos de forma que inviten a la conversación y favorezcan la convivencia. Es también importante que esta zona se encuentre próxima a una entrada de luz: será más agradable y reducirás tu consumo eléctrico.
El sofá marca la disposición de la zona de asientos, aunque la distribución final de este ambiente se verá nuevamente condicionada por el espacio que ocupa. Si fuera cuadrado podrás distribuir los tapizados de manera enfrentada o bien en “U” si se trata de un salón generoso. En estancias donde el ambiente del estar ocupe una zona rectangular la mejor distribución para los asientos es en forma de “L”: un sofá y una butaca en pequeños salones o dos sofás en la hipótesis de un salón con áreas más desahogadas.
Un truco para que un estar resulte mucho más interesante es distribuir los muebles en torno a un punto focal. Es decir, un elemento que aporte interés y profundidad a este ambiente. Hay salones en los que ya existe, como un ventanal con vistas o una chimenea. Si no tienes esa suerte, ¡no te desanimes! Es fácil crearlo con una obra de arte, un recubrimiento de pared, un mueble excepcional, una gran librería, etc.
Un comedor útil y cómodo
Por su menor uso, el comedor deberá ocupar la zona más reservada y con menor claridad.
Lo más importante para lograr un comedor armónico y con un paso generoso es que la forma de la mesa de comedor sea una réplica del espacio que este ambiente ocupa. Es decir, si el área que dispones para este uso es cuadrada deberás usar una mesa con esta forma o redonda. Por el contrario, si es rectangular, la mesa deberá ser igualmente alargada, ya sea oval o con las esquinas en ángulos rectos.
Si no usas este espacio a diario puedes estudiar otras opciones alternativas al comedor convencional, sobre todo si tu salón no es grande. Así, si por ejemplo tienes un office puedes optar por una consola convertible en mesa cuando sea preciso: con ello ganarás espacio para otros usos. Una mesa extensible es una buena opción para comedores medios.
Combinar bien los muebles
En el concepto actual de distribución la palabra clave es texturas. Éstas no sólo nos ayudan a crear un espacio confortable sino que, además, combinarlas va a provocar que el salón sea mucho más dinámico e interesante desde el punto de vista decorativo. Por eso, a la ahora de distribuir piensa siempre en usar texturas que combinen en elementos próximos. Un cambio en este sentido, como retapizar las sillas del comedor o poner una alfombra, puede cambiar por completo un ambiente.
Reordenar, renovar o regalar. Estas son las claves para mantener tu salón “vivo”. No te canses de repensarlo y ver qué piezas deberías mover o cuáles quedarían mejor con otro tipo de acabado. Un error frecuente es condicionar la distribución a una pieza con gran valor económico o sentimental que posiblemente obstaculiza una distribución mucho más cómoda y fluida. Prioriza el día a día y no condiciones tu salón a este tipo de muebles o circunstancias excepcionales. Sólo siendo totalmente sincera con tus necesidades lograrás sacar todo el partido a tu salón.
Diferenciar salón y comedor
La disposición del mobiliario es una de las formas más fáciles y eficientes de diferenciar visualmente salón y comedor. Aprovecha para este fin el respaldo de un mueble tapizado o un mueble con doble cara.
Utilizar a tu favor un pilar o un cambio de altura de techo o pavimento para subrayar la distribución de áreas.
Puedes también recurrir a diferencias más visuales. Así, puedes destacar una pared con un color diferente o con la aplicación de un papel pintado. También puedes utilizar sistemas de cortinas distintos o emplear piezas de mobiliario con acabados o estilos diferenciados para cada área del salón. En salones de pocos metros la separación entre los ambientes debe ser sutil para que el conjunto final tenga coherencia visual.
Medidas en la zona de estar
En un pequeño salón apoya el sofá en la pared más larga y sitúa a cada lado 2 mesas auxiliares separadas 20 cm con respecto a los brazos de éste. Si colocas el sofá frente a una ventana guarda una distancia de 80 cm entre ésta y el respaldo para poder abrirla y favorecer el paso de la claridad. La distancia aconsejable entre el sofá y la mesa de centro es de 40 cm.
Por otro lado, entre el mueble tapizado principal y una butaca u otro sofá enfrentado deberán existir aproximadamente 150 cm. Elige una mesa de centro con un metro menos de largo que el sofá y una altura de unos 35 a 45 cm. La medida para un sofá de 3 plazas son 220 cm y 175 cm en el caso de un biplaza. Las butacas miden entre 60 a 90 cm de ancho.
Medidas en en el comedor
Entre la mesa de comedor y el mueble o pared más próximos debe existir una distancia de al menos 90 cm, aunque lo ideal es que ésta sea de 120 cm para permitir circular alrededor de la mesa mientras se use.
Cada comensal necesita un espacio de aproximadamente 65 cm de ancho y 10 cm más si la silla tuviera brazos. En mesas redondas esta distancia es algo menor: una mesa de 120 cm de diámetro puede albergar hasta 4 personas y 6 comensales si mide 150 cm. Entre la altura del asiento y el sobre de la mesa debe haber una diferencia de 20 cm para que te resulte cómodo.
Cómo guardar de forma eficiente
En el estar agrupa tus necesidades de almacenaje en una sola pieza en lugar de en varios auxiliares: resulta más práctico y decorativo. Cercano al comedor deberás situar un aparador o una alacena donde guardar el menaje de más uso. Intenta que la mesa quede centrada visualmente con esta pieza. Los muebles a medida resultan ligeros y te ofrecen mucha capacidad en relación con lo que ocupan. Si tienes un hueco irregular: ¡ni lo dudes! Son siempre la mejor opción. En salones pequeños son muy prácticos los muebles que, además de darte un uso, tienen capacidad de almacén. Incluso existen mesas de comedor con una pequeña zona de almacenaje incorporada.
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