Comienza la cuenta atrás para disfrutar uno de los momentos más mágicos del año. Has decorado la entrada y el árbol, has preparado la mesa... tu casa está lista para los invitados. Que empiece la fiesta.
Los últimos toques del árbol
Consigue que sea el centro de todas las miradas decorándolo para la ocasión. Seguramente lo has adornado con los niños al inicio de las fiestas navideñas, pero puedes darle un toque aún más festivo con unos grandes lazos de lino y tul. Pide a los peques que coloquen ellos los de la parte que queda a su altura y luego comprueba que el conjunto esté equilibrado. Si es un árbol grande, como este de Velafusta, quedará mejor con adornos voluminosos. Un rato antes de que lleguen los invitados, frunce bien los lazos y enciende las luces. La fiesta está a punto de empezar.
Cuida los detalles para un ambiente relajado
Dispón un camino de velas desde la entrada hasta el comedor, que guíe a tus invitados. Decora la chimenea con un guirnalda natural y enciende el fuego: caldeará el ambiente y creará un foco de atención irresistible. Perfuma la casa con unas velas aromáticas o incienso, pero no los pongas cerca de la comida para que no interfieran en los sabores. Y no te olvides de la música: elige una melodía suave y ponla a un volumen moderado, que no obligue a hablar más fuerte.
Los niños. Si ellos están cómodos, los mayores estaréis más relajados. Coloca cojines y alfombras en el suelo para que puedan jugar descalzos.
Llena las mesas de flores y arreglos naturales
Acompaña al árbol de Navidad con bouquets de flores y centros muy naturales. Elige las flores en proporción al lugar que ocupan: en un velador un bouquet de rosas de pitiminí y sobre la mesa, un centro bajo coronado por unas velas, siempre encendidas. Y coordina los colores de las flores con los que hayas elegido para la mesa principal, aquí malvas y rosas empolvados. También puedes utilizar ramas y troncos para hacer coronas y adornos.
Bouquets. Colócalos en recipientes de diferentes formas y tamaños, pero del mismo estilo. Estos son envejecidos y con un efecto espejo que refleja la luz.
En la mesa, que tus invitados se sientan en casa
La mesa es el broche final a toda celebración, así que prepárala con mimo. Coloca tus mejores piezas –la vajilla de herencia, las copas labradas, la cubertería de plata– y sé cuidadosa con los detalles, como el plato para el pan o un servilletero original. Haz que tus invitados se sientan únicos, identificando su asiento con un cartelito o dejándoles un pequeño detalle en la silla. Y para disfrutar de una larga sobremesa, asegúrate de que nada –un ramo demasiado alto, una botella...–interfiera las miradas.
Un auxiliar. Un velador o una consola cerca de la mesa es muy práctico para dejar las copas y los platos de más y para tener a mano, pero no encima de la mesa, las bebidas.