Un revestimiento, una composición de cuadros, un papel pintado... Te damos sencillas ideas para dar protagonismo a tus paredes y, además, decorar sin restar metros.
Vuelta a lo natural
Ya sea recuperando la piedra original de un muro o recubriendo una pared con piedra de derribo o paneles de piedra premontados. Una pared de mampostería aporta personalidad y una nota rústica a cualquier estancia. Para matizar su presencia lo mejor es combinarla con elementos en blanco o cubrir solo una parte del vano. Los muros de ladrillo, por su parte, son propios de pisos urbanos. Puedes dejarlos a la vista o pintarlos del mismo color que el resto de paredes. Otra opción son los revestimientos murales de madera. Ideales para dar calidez a una estancia y para destacar una pared, como la del cabecero.
Cómo recuperarlas. Para sanear y limpiar piedra las técnicas más comunes son el microchorro de arena, el agua a presión, los químicos disolventes o la tecnología laser.
Juega con las texturas
Con papel pintado una pared puede ser lo que tú quieras. Existen diseños que imitan desde el efecto desgastado del hormigón hasta el brillo y relieve de la piel. Su principal ventaja es su fácil instalación y su capacidad de transformar el espacio. Así, elige un papel satinado para ganar amplitud, o a rayas verticales si quieres sumar altura. En cuanto a sus motivos, los estampados florales, de inspiración japonesa o romántica, son tendencia, así como los prints geométricos y los papeles de autor. Lo más nuevo son los papeles termosensibles, que cambian su color con las variaciones de temperatura.
La tela es la alternativa más cálida al papel. Su instalación con forro o muletón confiere un efecto acolchado. Resérvala para una sola pared para no recargar el espacio.
Más prácticos. Los papeles vinílicos resisten bien los roces y se limpian con un paño húmedo gracias a la capa de PVC que los recubre. Preencolados son más fáciles de colocar.
Decóralas
Dale protagonismo a una pared con tan solo colocar un vinilo. Los diseños son infinitos, los instalas tu misma y hasta se personalizan. Firmas como Myvinilo te ayudan a crear un texto a tu medida: eliges el mensaje, la tipografía y sus colores.
Con la pintura decorativa consigues el toque artesanal de lo hecho a mano. Puedes dar volumen a las paredes con un esponjado o recrear un bosque en un rincón o una boiserie con un trampantojo. Necesitas la ayuda de un profesional que, primero, hará un boceto. Para no cansarte, hazlo en una estancia en la que no pases muchas horas.
Cuadros y espejos también crean focos de atención. Puedes elegir una pieza en solitario u optar por una composición. En tal caso, los distintos objetos deberán tener un nexo común: un color, un acabado...
La fuerza del grupo. Lo ideal es que la composición reproduzca una forma geométrica simple: cuadrado, rectángulo... Primero coloca el elemento más grande y, luego. el resto.
¿Quieres darnos algún otro consejo para dar protagonismo a una pared? Cuéntanoslo en los Comentarios de este artículo.