La vida que dan a los espacios es increíble. Cada una es única y además de alegrar la vista, son todo un placer para el olfato. Te decimos cómo decorar con plantas y todo lo que conseguís tú y tu casa al contar con ellas.
Plantas sin flor para tu salón
Junto a la ventana, sobre una cajonera... Busca un rincón luminoso para poner plantas en el salón. Mezcla plantas con hojas verdes con toques rojos, violetas o amarillos y tendrás tanto color como si tuvieras flores. opta por especies fáciles de cuidar, como el ficus elástica, que necesita poca luz y agua pulverizada una vez por semana, o el sedum, una crasa que vive con poca agua.
Un jardín con color dentro de casa
La arquitecta de paisaje Pilar Pérez-Calvo lo tiene claro: "Poner plantas en casa es poner salud". Juega con las alturas y crea un rincón muy natural con dos veladores con varios niveles de vegetación. Puedes ver cómo queda en la galería de imágenes.
Combina begonias, con esparraguera, orquídeas, ficus o hiedra, entre otros. Y en verano, entrar las plantas del balcón en casa es buena opción para que no "sufran" las horas de más sol.
Para dormir: aire limpio y la casa sin ruidos
¿Sabías que cuanto más grande es una palmera más capacidad tiene de limpiar el aire? Así sucede con la areca de este dormitorio. Además de crear un punto de frescor, al estar junto a la ventana la claridad le ayuda a limpiar las sustancias tóxicas del aire y crea una "pantalla" contra el ruido.
Sola o en compañía, en este dormitorio se ha combinado con un filodentro, una planta que elimina el formaldehído, un tóxico muy habitual en interiores.
En el baño, plantas que viven bien con humedad
La hiedra es perfecta para las condiciones del baño: agradece la humedad y, además, filtra el tolueno presente en perfumes y desodorantes. Al crecer en cascada, igual que el helecho, es muy decorativa y queda muy bien en repisas o muretes. La de hojas pequeñas, es menos invasiva.
¿Y en baños sin luz? Elige plantas como la maranta: necesita humedad y poca luz.
Aromáticas muy útiles en la cocina
Las plantas aromáticas tienen en la cocina su mejor ubicación: ponen color y un punto de frescura y están cerca de donde se necesitan. Cuidado con el calor porque aunque agradecen la claridad, no el calor excesivo, por lo que es mejor que las coloques lejos del sol directo y de la zona de cocción.
Plántalas juntas solo si tienen unas necesidades de luz y agua similares, ya que de lo contrario no crecerán bien. Perejil y cilantro o hierbabuena y poleo son compatibles. En una repisa o un rincón de la encimera, puedes combinar macetas de fibras, zinc o tela para crear un decorativo bodegón.
Las que no pueden faltar
- Perejil: Riega una vez por semana y elimina las hojas amarillas. Realza el sabor de tus platos y salsas. Además, el perejil es una buena fuente de vitamina C.
- Orégano: El exceso de riego le perjudica, evita que se encharque.
En verano está en su mejor momento, corta manojos y sécalos colgados. Te durarán todo el año.
- Albahaca: Retira las hojas "viejas" y favorecerás su crecimiento. Prepara un aceite aromático casero macerando hojas de albahaca con aceite de oliva virgen.
Entra en la galería y abre todos tus sentidos a las propuestas que te presentamos. Estancias cuya clave decorativa (y saludable) reside en las plantas.