¡Decora bien! 15 errores que debes evitar

Por mucho que te guste un mueble, antes de comprarlo pregúntate si realmente se ajusta a tus necesidades y al espacio que tienes. Para acertar, apúntate las medidas máximas que puede tener, restando al espacio del que dispones unos 80cm de paso alrededor del mueble. Es tan malo quedarte corta como comprar una pieza demasiado grande.

Un cuadro pequeño en una pared grande, o uno voluminoso en una pared mini. Lo ideal es que el cuadro que elijas quede proporcionado. Antes de colgarlo, haz una prueba. "Dibuja" el contorno del cuadro en la pared con cinta de carrocero. Solo así verás el espacio que ocupa. Haz lo mismo si quieres hacer una composición de varias obras.

Planifica la decoración de tu casa pensando en ella como un conjunto. No se trata de que todas las estancias sean idénticas, pero sí de que tengan ciertos elementos decorativos que las relacionen. Que compartan suelo de madera, carpintería o una gama cromática dará a tu casa esa sensación de unidad. Luego dales personalidad propia con los muebles y los complementos.

Su caída, color, tacto y brillo son mucho peores que los de las telas naturales, como el lino o el algodón. ¿Sus puntos a favor? Su mantenimiento y que se arrugan menos. Por eso, elige modelos que tengan un porcentaje sintético (máximo 20%) y acertarás.

Lograr el equilibrio es complicado. No tengas miedo a mezclar flores, rayas o lunares, siempre que compartan el color dominante o el tejido. Si te gustan las telas vistosas, puedes usarlas en pequeñas dosis, en algún cojín o un plaid. El resto de telas, mejor que sean lisas.

El mueble perfecto es aquel que es decorativo y práctico a la vez. Lo estético es importante, pero no lo único a tener en cuenta. Antes de salir a comprar ten claro lo que necesitas (muchos cajones, un mueble de poco fondo, algo alto y estrecho...) y tu presupuesto. Comprueba que esté bien hecho (fíjate en la calidad de las bisagras, de los cajones...) y que encaja con el resto de muebles. Comprar online puede ser de gran ayuda para comparar distintas piezas y hasta encontrar buenas ofertas.

Aunque es cierto que arrimar los muebles a las paredes despeja las estancias, no hay que abusar. Hazlo con las piezas más voluminosas u oscuras, pero no con todas. Agrupa los muebles para crear conversaciones, colocando uno de los sofás en el centro si tienes espacio, y tu casa se verá más confortable y vivida.

No "prohíbas" la entrada de los colores oscuros en tu casa. Tienen fama de empequeñecer, pero si los contrastas con tonos claros pueden incluso ampliar los metros visualmente. Utilízalos en su justa medida: para destacar la pared del cabecero en un dormitorio con luz natural o para el tapizado de un sofá en un salón decorado en tonos neutros. El gris antracita, el tostado, y hasta el negro crean ambientes actuales y sofisticados. Para introducirlos poco a poco, prueba primero con los textiles.

 La luz natural transforma los espacios, por eso haz que circule sin obstáculos por toda la casa. Coloca los muebles de modo que no tapen las ventanas, o bien elige piezas bajas y de tonos luminosos y suaves. Viste las ventanas con telas claras y tramadas, y opta por muebles y acabados brillantes. ¿Y si quieres tener más ventanas? Coloca un espejo estratégicamente.

De fotos, recuerdos de viajes, auxiliares... Simplifica la decoración de tu casa y te sentirás mejor. No se trata de exponerlo todo, solo lo que realmente elijas y uses. Lo bueno de la decoración es que no es estática. Cada cierto tiempo puedes cambiar las fotos o los objetos por otros.

Las plantas y flores naturales limpian el aire, dan color, mejoran tu humor... En cambio las artificiales acumulan mucho polvo. Elige plantas y flores de temporada. Para que te duren más, busca una ubicación con claridad pero sin sol directo y alejada de las corrientes de aire y las fuentes de calor, como los radiadores.