Los muebles favoritos de los decoradores

Es una pieza imprescindible para Blanca Tey. "Como su nombre indica, es lo más cómodo que hay. Y puedes ubicarla donde quieras: en un dormitorio para tu ropa íntima, por ejemplo, o en una zona común. Mis favoritas son las cómodas de aire vintage, restauradas". 

"No podría separarme de mi sofá arrugado. En tonos neutros, con un tejido natural y muchos cojines. Siempre quedan bien, en interiores muy modernos o muy clásicos. Son acogedores, limpios, cómodos y eternos. Y eso de que las arrugas le queden bien, ¡me encanta! Naturalidad ante todo".

Es una de las piezas favoritas de Adriana Farré: "Hay infinidad de piezas deco que me encantan y me llevaría sí o sí, pero la silla CH 24, me tiene enamorada por su calidez y sobriedad, y creo que nunca pasarán de moda". Es un diseño del danés Hans Wegner de 1949, también conocida como Wishbone

Marta Tobella, de Sacum, asegura que no se cansaría nunca de verla. "La cerámica es una de mis grandes pasiones desde que era pequeña. De hecho, tengo un torno en casa y me pongo cuando tengo un rato. Estas son de Granada, uno de los lugares donde más me gusta lo que hacen".

Es una de las piezas que la interiorista María Santos se llevaría a cualquier espacio al que se mudara como si fuera un buen cuadro. "Aporta un toque elegante, especial y atemporal", nos comenta. La creó el arquitecto Warren Platner como parte de una colección realizada en alambre de acero. 

Es el escritorio del abuelo de Asun Antó. La decoradora lo adora. "Es de roble americano, con persiana, y me lo llevo a todas partes. Soy capaz de mover el resto de piezas de la casa para que el escritorio tenga el lugar que merece".

Diseñada por Paula Duarte, que nos cuenta: "En mi casa hay varias piezas que me acompañan siempre en mis mudanzas (llevo 8 mudanzas en 8 años, algunas entre distintos países). Es el caso de la enorme mesa de comedor que diseñé y mandé fabricar hace unos años".

 "Me la llevaría a cualquier sitio –nos cuenta Blanca Tey–. Es perfecta para sentarte, para estirarte, para relajarte... Puedes simplemente descansar o incluso trabajar, como yo, que la uso para inspirarme o para trabajar con el portátil".  

"Adoro esta vitrina de Hanbel –cuenta Natalia Zubizarreta–. Puede usarse para guardar vajilla, libros... ¡muchas cosas! y a pesar de su tamaño, no agobia por las puertas de cristal. Aporta calidez en un entorno muy moderno y minimalista, y también da un toque en un conjunto clásico".

Es una lámpara de metal de pie, esbelta y fina, ideal para la lectura gracias a su brazo basculante y a su luz, que es potente pero agradable. Es otro de los favoritos de María Santos, "ya que tiene la capacidad de adaptarse a cualquier espacio, tanto clásico como moderno". 

Como este de Paula Duarte. "Es un sofá antiguo alemán, de 1920, con forma curva. Tanto esta pieza como una chaise longue de Le Corbusier original de 1950 que perteneció a mis suegros, alemanes, y el retrato maravilloso de un antepasado de mi marido, pintado en 1789, siempre van conmigo".