¿Del huerto a la mesa en cuestión de minutos? ¡Eso sí es producto de proximidad! Anímate a cultivar tus propias verduras y plantas aromáticas en la terraza, el balcón, el patio o el jardín. No solo tendrás alimentos siempre frescos y a mano, sino que además es terapéutico, pues se trata de un hobby que ayuda a canalizar el estrés y relaja.
Hoy en día existen muchos modelos de mesas de cultivo y cajones de cultivo, de distintos tamaños, rinconeros, en diseño vertical... por lo que se adaptan a cualquier espacio. Además, algunos modelos también pueden usarse en el interior, como sistemas o mesas-carrito perfectas para cultivar hierbas aromáticas en la cocina.
Iníciate con hortalizas fáciles
Tomate. Necesita una separación de 25 o 30 cm, ya que ramifica. son óptimos para el crecimiento vertical con tutores de 1 o 1,5 metros. Según un estudio de Planeta Huerto, el 95% de las familias que se inician en el cultivo en casa lo hacen con los tomates.
Lechuga. La reina del huerto urbano por las muchas variedades que podemos cultivar. No ocupa mucho espacio y alcanza unos 15 cm de altura. Requiere riego frecuente.
Zanahoria. Adecuada para pequeños espacios, ya que se pueden disponer a 5 cm de separación, pero necesitarán al menos 30 cm de profundidad.
Pimiento. Le encanta el sol y el calor. Cuando la planta alcanza 30 cm, se colocan tutores y se corta el tallo central para estimular el crecimiento lateral.
Berenjena. Se puede cultivar en macetas individuales porque requiere espacio y profundidad. La ajedrea es una excelente compañera.
Beneficios de tener
un huerto en la ciudad
Los cultivos urbanos en terrazas, balcones y patios colorean y aromatizan las ciudades. Más que una moda, es el descubrimiento de la importancia de comer sano, lo más "local" y ecológico posible, al tiempo que mejoras la calidad del aire de tu entorno y eliminas estrés tocando la tierra con las manos. Además, ver crecer los alimentos y saborearlos después es muy estimulante.
Mesas de cultivo para todos los espacios
• De madera FSC, un material sostenible
Son robustas, duraderas y decorativas gracias a la madera natural. Eso sí, resultan más pesadas que las de acero. Hay que elegirlas con certificado FSC, que asegura una tala sostenible y un tratamiento ecológico de la madera. La profundidad suele ser de 20-30 cm, pero las novedosas mesas VegTrug, en forma de V, permiten más volumen de sustrato.
• Naturaleza metida en
un saco
Las jardineras en forma de saco son lo más parecido a sembrar en el suelo. Con unos 40 cm de profundidad, admiten un mayor volumen de sustrato, por lo que son perfectas para plantas de raíces largas, como tomates o berenjenas. Los materiales geotextiles de la marca Bacsac son permeables y la tierra puede respirar. Se deben descartar los de plástico.
• De acero,
muy ligeras
y duraderas
Las mesas de cultivo de acero son ligeras y no se corroen. Suelen incorporar un desagüe para la recogida de agua. Y hay diseños 100% estancos que permiten el cultivo hidropónico, solo con agua y sales minerales, sin tierra. Incluyen patas regulables a una altura óptima y ruedas para facilitar la movilidad. Hay versiones de colores, muy decorativas.
• Tipo carrito, con ruedas
y móviles
Los carritos Leopoldo son pequeños y prácticos, diseñados para cultivar en balcones o rincones soleados, dentro de casa. Son de rafia sintética reciclable y aluminio, materiales que soportan bien las inclemencias del exterior. Muy ligeros, pues solo pesan 3 kilos. Pueden cultivarse hierbas culinarias, flores comestibles y plantas aromáticas y medicinales.
Calendario de siembra: ¿cuándo plantar cada hortaliza?
Tomate: De febrero a mayo.
Berenjena: De febrero a mayo.
Rábano: Todo el año.
Pepino: De marzo a mayo.
Calabacín: De marzo a mayo.
Lechuga: De marzo a octubre.
Cebolla: De diciembre a marzo.
Zanahoria: De marzo a octubre.
Pimiento: De marzo a mayo.
Judía: De abril a julio.
En conserva
Puedes destinar parte de los frutos de tu huerto a preparar conservas caseras y disfrutarlas todo el año.
Las mejores plantas para el balcón
- Albahaca. Es delicada y necesita calor y humedad sin excesos. Digestiva, se usa también como repelente de insectos.
- Perejil. Su germinación es algo lenta y requiere un riego muy frecuente. Sembrado junto a una tomatera, te proporcionará un paisaje muy vitalizante.
- Romero. Apenas requiere cuidados. Los brotes y ramitas jóvenes se usan como condimento y las flores, en ensaladas y postres.
- Menta. Si no limitas el crecimiento de las raíces, se extenderá con facilidad, por eso es aconsejable cultivarla en solitario. No pide demasiado sol.
En vertical, la solución para pequeños rincones
Los sistemas verticales son una alternativa creativa para los espacios más reducidos. Son adecuados para cultivar las hortalizas que necesitan menos tierra, como lechugas o espinacas, plantas culinarias y medicinales o pequeños frutales. Son fáciles de manejar, despiertan la imaginación y permiten introducir a los niños en la magia de la horticultura. Elige plantas que no tengan demasiado crecimiento de raíces ni de hojas. Descarta los bulbos o los tubérculos.
¿Qué necesitas? Tierra, riego y mucha ilusión
• El sustrato es la base del huerto. Suele usarse una combinación de humus de lombriz y de fibra de coco. Elige semillas ecológicas: te ofrecerán las mayores garantías de salud.
• Los kits de riego son fáciles de instalar y se adaptan a cualquier mesa. Con un sistema de goteo ahorrarás agua. Y si lo programas, podrás olvidarte de regar el huerto a diario.
• Las herramientas básicas son unas tijeras podadoras, un rastrillo, una pala y una azada pequeñas y cañas para guiar las trepadoras cuando crezcan. ¡Suficiente para empezar!