Cual boomerang del destino, todo vuelve. Este tópico que suele cumplirse tanto en moda como en decoración nos hace estar pendientes de ciertas cosas que se rescatan del olvido para envolverse del halo de la actualidad. En El Mueble, siempre atentos y sensibles a lo que se lleva en decoración, hemos vislumbrado diez piezas del pasado que se han vuelto a llevar esta temporada.

La artesanía en sus múltiples vertientes se ha revalorizado. La fiebre del DIY, todo lo handmade y los materiales naturales están en alza frente a la producción en serie. La vida sana, dejar que la naturaleza entre en casa y los productos con nombre y apellido, con alma, es lo que realmente aporta riqueza. Así que no dudes en poner un cesto realizado con fibras vegetales donde guardar los plaids o los juguetes de los peques en un rincón del salón o el dormitorio. Refuerza esta imagen con plantas, ¡las crasas y cactus ahora son lo más!, unas velas de cera de abeja (sin aditivos químicos) y crearás una imagen encantadora.
En cuanto a tejidos, la belleza del clásico lino es indiscutible, pero si hay uno que se ha sacado del baúl de los recuerdos ese es el terciopelo. En todo tipo de tapizados, para sofás butacas o cojines, es un must.
Otras piezas que volvieron a salir a la luz (y parece que les queda cuerda para rato) son las damajuanas, esas vasijas de cristal con cuello estrecho que pueden servir de jarrón o pieza decorativa sin falta de pretextos.
Directamente del siglo XIX, el estilo industrial se cuela con toques ligeros gracias a lámparas y apliques metálicos, forjados de hierro en separaciones de ventanas y ese aire desgastado de algunos muebles. La madera raw, al natural con sus imperfecciones, es otra cosa que da aspecto vivido y de hogar.
Con estas piezas tu casa estará a la última sin perder un ápice de encanto y modernidad, gracias a la autenticidad y naturalidad que desprenden
También vuelven los muebles con patas troqueladas, ya sean consolas, cómodas o mesas, que junto a piezas más actuales y nórdicas hacen un mix and match perfecto. El gusto por el vintage y lo refinado se afianza con la incursión del papel pintado, con estampados animales o florales. Rescata de casa de la abuela ese vajillero para tu cocina y comedor y róbale de paso las agujas de tricotar, porque el punto gordo, macramé y crochet vuelven a estar en la palestra.
Los mosaicos hidráulicos ya no son exclusiva de pisos señoriales antiguos. Ahora se producen con el mismo mimo, para ponerse a modo de alfombras cerámicas en pleno salón o vestir la trasera de un baño. Este revestimiento habla por si solo e impone personalidad.
Como has podido ver, son piezas de épocas muy distintas pero con un nexo en común: la naturalidad y la belleza. Porque se trata de rescatar siempre lo bueno del pasado para hacer un presente mucho mejor.