Cocinar es más que preparar recetas. Y más si quieres hacerlo de la forma más saludable. Desde los ingredientes a los utensilios o el ambiente que te rodea, todo cuenta para ¡ganar salud en la mesa!
Sin grasas: Técnicas de cocción ligeras
1. A la plancha: No añade grasas y los alimentos tienen mucho sabor. El truco está en no verter aceite en la plancha sino en engrasar con un pincel cada alimento.
2. Escaldado: Es el mejor sistema para conservar los nutrientes de los alimentos. Ganarás sabor si aromatizas el agua con hierbas.
3. Salteado o wok: El wok es perfecto para preparar salteados sin grasa. El secreto está en trocear las verduras y carnes pequeñas, al mismo tamaño.
El agua más pura para cocinar
Cuanto más pura sea el agua para cocinar, más saludables resultarán tus platos. Usa filtros de carbono y resina en la entrada de agua general. Aunque no la purifiques por completo, evitarás agentes nocivos.
Materiales naturales para tus útiles de cocina
Elige materiales saludables y elimina el aluminio y los plásticos para calentar los alimentos. Retira todas las superficies de teflón cuando estén dañadas. Los utensilios de cocina más sanos son los fabricados con vidrio y acero inoxidable. ¿Las opciones más nuevas? Los nanocompuestos cerámicos y la esteatita, para sartenes y ollas.
Encimeras higiénicas
y seguras
Las encimeras sobre las que manipulamos alimentos deben ser higiénicas y seguras.
• Mármol: Una piedra natural sin emisiones y porosa, que resiste la humedad y el calor.
• Madera: De haya, de teca, de bambú que repele el agua... es uno de los materiales más sanos porque es transpirable. Elígela de tala controlada.
• Acero inoxidable: Un material maleable e higiénico, siempre que no se raye. Es fácil de mantener su apariencia si tiene un acabado antihuellas.
• Vidrio templado: Más común en baños, en la cocina asegura su resistencia térmica.
Alimentos crudos y de color rojo
Prepara platos ligeros, utilizando ingredientes frescos. Los alimentos crudos y las ensaladas son los mejores para el verano. Y especialmente los de color rojo y sabor más amargo, como rabanitos, escarolas, rúcula, tomates, pepinos, pimientos...
Limpieza: Utiliza productos sin tóxicos
El mercado ofrece cada vez más limpiadores ecológicos. No contaminan y están fabricados con sustancias saludables, como desengrasantes y tensioactivos no derivados del petróleo. Muchos se elaboran a partir de plantas (aceite de coco, palma...).
Cocinar con la ayuda del sol
Es sencillo, no ocupa espacio y no consume energía. Si dispones de un espacio en la terraza o el jardín, puedes instalar una pequeña cocina u horno solar para calentar o cocinar alimentos, conservando todas sus propiedades nutritivas. ¡Así de fácil!
Practica la cocina feliz con niños
Aprovecha las vacaciones para cocinar en familia y dedica una tarde a preparar alguna receta con tus hijos o amigos. La repostería es una buena opción para pasar un rato divertido.
Asegura la mejor ventilación
Una buena campana es imprescindible para tener una cocina sin humos, olores y vapores. Debe cubrir el ancho de la placa y su potencia debe ser mayor cuanto más grande sea el espacio. No es una cuestión solo de evitar olores desagradables; te garantizará un aire puro.
Ventila: Abre las ventanas de la cocina al menos dos veces al día, mañana y noche.
Cuatro reglas para comer alimentos sanos
Los alimentos ecológicos tienen un sabor, una textura y un color distintos. Si además son de proximidad y de temporada, aprovecharás al 100% todos sus nutrientes.
• Ecológicos: Orgánicos o biológicos. Son los alimentos cultivados sin productos químicos ni aditivos o conservantes artificiales y por tanto100% saludables.
• Kilómetro 0: Es la distancia que recorren los productos desde el cultivo hasta la venta. En el movimiento “slowfood” no pueden superar los 100 km.
• De temporada: Si respetas el ciclo de crecimiento natural de los alimentos y comes los productos de temporada, disfrutarás de todas sus cualidades nutritivas.
• Frescos: Te ofrecen todas sus vitaminas y minerales. Consúmelos enseguida para que no pierdan propiedades o se oxiden, y si puedes evita los congelados.