¿Vives en un piso de pocos metros? Seguro que alguna vez has pensado que está construido contra ti. ¡No desesperes! Con una distribución racional, un mobiliario compacto y un look más creativo, los metros se doblarán y tu casa desprenderá optimismo. Si los metros de tu casa escasean, olvídate de lo convencional, y organiza el espacio de otra manera. Si pretendes encajar una casa estándar en un estudio de 30 a 60 m2, el resultado te deprimirá. Los muebles se vuelven gigantescos y los ambientes minúsculos. La solución es cambiar de escala y de mentalidad. Utiliza recursos que permitan desdibujar los límites, exprimir los centímetros e inventar atmósferas que estimulen. Básicamente, se trata de combatir la falta de espacio con distribuciones abiertas y flexibles, almacenamientos integrados y compactos, y decoraciones personales e incluso escenográficas. Pero vayamos por puntos...
Quédate con lo básico
- Determina qué ambientes te son imprescindibles: ¿una sala de estar? ¿un comedor? ¿un despacho? ¿un vestidor? ¿o el dormitorio?
- Define cómo de grande debería ser cada estancia que has elegido: ¿cuál debe ser más espaciosa? ¿cuál puede ser mínima?
- Decide si un ambiente puede cumplir varias funciones: por ejemplo, que el salón se convierta, al llegar la noche, en un dormitorio; o si el comedor, con una mesa plegable, puede convertirse en escritorio por las tardes.
Sé creativa en la distribución
- Para inventar amplitud, integra visualmente toda la vivienda. La idea es que los ojos y la luz circulen sin impedimentos para que los metros se doblen.
- Para que el espacio sea cómodo, respeta vías de paso generosas (0,80 m como mínimo).
- En estudios de 30 m2, lo ideal es que todos los ambientes, con la excepción del baño, estén juntos. Los desniveles en techos y suelos, las luces, alfombras y los colores te ayudarán a definir varias áreas en un todo diáfano.
- A partir de 40 m2 es posible establecer divisiones con muebles bajos bien posicionados.
- Con 60 m2 puedes destinar un espacio propio al dormitorio. Pero reduce los tabiques al mínimo, y si puedes, sustitúyelos por armarios murales e intercomunica las estancias independientes con grandes aberturas -fijas o correderas- y muros de vidrio que pueden cerrarse con persianas o estores.