La familia crece, sueles tener invitados... sea por lo que sea, en tu salón necesitas más asientos, pero tienes miedo a robarle mucho espacio. Todas las soluciones que has podido ver hasta ahora son claves para que todos quepan. Puffs, banquetas, cojines, colchonetas, bancos de obra, mesas de centro acolchadas, muebles a medida... ¡Te sacarán del apuro!
Soluciones personalizadas
Antes que nada, piensa qué actividades vas a llevar a cabo en el salón y cuántas personas van a usarlo con regularidad, para asegurar las plazas realmente necesarias. Elige todos los elementos en tonos similares, para aligerar el espacio y que no se vea muy recargado.
Facilita el acceso y paso entre las piezas en un salón pequeño, dejando un mínimo de 50 centímetros alrededor de cada silla, puff o sofá. Coloca los asientos para que favorezcan la convivencia y faciliten la conversación. También es importante que la propuesta sea flexible, es decir, que puedas mover y cambiar de sitio algunos de ellos, o bien guardarlos.
Si utilizas diferentes tipos de asientos, aprovecha para zonificar con ellos, creando una distribución fluida, pero práctica, por áreas de acción (lectura, relax, ver la tele...)

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Mezcla estilos
Mezclar sofás, butacas, sillas y taburetes de estilos y materiales diferentes es una de las tendencias del momento. Utiliza el sofá como punto de partida para la disposición y distribuye el resto de los elementos de manera flexible a su alrededor. Ya hemos dicho que es bueno escoger tonos similares, para que se respira amplitud y armonía.
La distribución de los asientos en U es la más recurrente, porque funciona de maravilla, tanto a nivel funcional como decorativo. Define y despeja una zona de paso para poder moverte libremente. Si el salón es cuadrado, deberías distribuir los asientos formando dicha U o enfrentados; conseguirás crear un ambiente recogido, muy agradable. En el caso de espacios rectangulares, distribuye las piezas principales en línea, sobre la misma pared, para liberar un pasillo lateral.
Eso sí, recuerda: No te dejes llevar por el ímpetu, las prisas y la ilusión. Medita qué piezas necesitas realmente y qué lugar ocuparán. Recurre a muebles de doble uso –especialmente en ambientes pequeños–, para ahorrar espacio y evita introducir elementos que provoquen sensación de caos e impidan la fluidez.