Renovar, restaurar, rejuvenecer o simplemente cambiar el color. Una mano de pintura puede convertir un viejo mueble en tu nuevo mueble. Así que elige un día, prepara un kit básico y ponte manos a la obra. Nosotros te explicamos cómo pintar según el material de tu mueble.
Madera sin tratar
Necesitarás
- Lija
- Tapaporos
- Esmalte
- Brocha
- Rodillo pequeño
Procedimiento
Lo primero que hay que hacer es preparar la superficie. ¿Cómo? Lija suavemente la superficie y después, con una brocha seca, quita el serrín que se haya formado. En segundo lugar, aplica una capa de tapaporos y deja secar. Con este producto consigues que la superficie sea lisa y uniforme y quede lista para pintar. Finalmente, aplica el esmalte. Si la zona es muy grande, usa un rodillo. Deja secar y vuelve a pintar una segunda mano.
Madera pintada
Necesitarás
- Lija
- Trapo
- Pintura o esmalte
- Decapante
- Espátula
Procedimiento
Si quieres cambiar el color de un mueble de madera que ya está pintado, lo puedes hacer de dos maneras, dejando la pintura ya existente o decapando. Si te decides a repintar, lo primero que debes hacer es lijar un poco toda la superficie. No se trata de eliminar toda la pintura, sino de crear una base menos lisa para que cuando pintes el esmalte o pintura se adhiera mejor. En este caso, no necesitarás usar tapaporos, así que, una vez lijado y retirado todo el polvo que se ha creado (la superficie tiene que estar muy limpia), puedes empezar a pintar. Siempre es mejor dar dos manos de pintura para que tenga un acabado perfecto.
Si tu opción es decapar porque la pintura no está en buenas condiciones, lo primero que tienes que hacer es usar decapante. Como resultado, se crearán unas burbujas en la superficie de la pintura y se irá desprendiendo de la madera. Con una espátula, retira toda la pintura reblandecida. Limpia bien el mueble con un paño húmedo y deja secar. Ahora tu mueble vuelve a tener los poros abiertos, así que antes de volver a pintar, deberás lijar, usar tapaporos y finalmente pintar.
Metal
Necesitarás
- Lija
- Espátula
- Masilla plástica (y su catalizador)
- Pintura
- Brocha
- Cepillo de cerdas metálicas
- Jabón
Procedimiento
Para pintar un mueble de metal, hierro o forja, primero debes limpiarlo muy bien con un estropajo, agua y jabón. Si tiene óxido, usa un cepillo de cerdas metálicas para hacer saltar los trozos oxidados. Para cubrir los desperfectos, usa masilla plástica y deja secar. Finalmente, pinta varias capas de pintura respetando los tiempos de secado.
Plástico
Necesitarás
- Brocha, rodillo o pistola
- Pintura especial
- Esmalte acrílico
Procedimiento
Para pintar marcos de ventanas de PVC, pequeños electrodomésticos, escurridores, sillas del jardín, etc.., existen pinturas que se adhieren al plástico sin necesidad de imprimación. Lo primero que hay que hacer es limpiar muy bien el mueble y desengrasarlo y luego tan sólo hay que dar varias capas y listo. Para los muebles de plástico que suelen estar en las terrazas y jardines, si decides usar esmalte, primero aplica una capa de imprimación y déjala secar unas 8 horas. Luego, ya puedes aplicar el esmalte acrílico con la brocha, el rodillo o la pistola. Deja secar 8 horas más y aplica una segunda capa de pintura.
Melamina
Necesitarás
- Lija
- Brocha o rodillo
- Imprimación
- Pintura
Procedimiento
Limpia el mueble a fondo para quitar el polvo y la grasa con un paño húmedo. Una vez seco, lija la superficie del mueble. Aplica una mano de imprimación para que, una vez seca, facilite la adherencia de la pintura. Usa la brocha y el rodillo para pintar el mueble. Para un mejor acabado, entre capa y capa, lija suavemente la superficie y retira el polvo. Necesitarás dos capas de pintura.
Baldosas
Necesitarás
- Jabón
- Esmalte
- Agua, aguarrás o disolvente
- Brocha o pincel y rodillo o pistola
Procedimiento
Limpia los azulejos con agua y jabón y deja que se seque. Aplica una capa de esmalte directamente. Diluye el esmalte en agua si es acrílico o en aguarrás o disolvente si es sintético. Aplica la capa de esmalte con la ayuda de una brocha o pincel para las zonas más difíciles y para las grandes superficies usa un rodillo o pistola. Necesitarás dos manos de pintura respetando el tiempo de secado entre capa y capa. Si quieres, puedes aplicar un protector que mejore la resistencia de la pintura y que dé un acabado mate o brillante.
¿Fácil verdad? Pues si te ha picado el gusanillo y te has quedado con ganas de más, ¿por qué no pruebas a restaurar tu vieja cómoda?

PASO A PASO
Cómo restaurar una cómoda antigua