Si estás pensando en renovar tu casa, fíjate en los colores que te presentamos: verde esmeralda, azul índigo y rojo bermellón. Están de moda, son muy vibrantes, y llenarán de alegría y vida cualquier estancia.
Verde esmeralda
Fresco y sosegado, el verde esmeralda es también un color radiante y sofisticado. Para no crear ambientes recargados en espacios pequeños es mejor incorporarlo como pinceladas en una butaca, un plaid, una mesita o un escabel. Su gran aliado es el blanco pero también combina bien con otros verdes, azules y colores cromáticamente afines como naranjas, violetas o rosas. Si no quieres darle mucho protagonismo mézclalo en pequeñas dosis con toques morados y fucsias. Para destacarlo acompáñalo de beige, camel dorado o grises. Su elegancia se potencia con tejidos gruesos, terciopelos, lanas y materiales rústicos como el barro natural o la madera sin tratar.
"El verde esmeralda es el color del año. Tiene chispa, alegría y potencia el bienestar en toda la casa”
Leatrice Eiseman
Directora del Instituto Pantone
Suaves pinceladas de azul índigo
Color veraniego por excelencia, tiene la facultad de ampliar visualmente el espacio aunque solo se debe usar en pequeños toques en complementos como cojines, cortinas y jarrones porque resulta intenso y abrumador. Su mayor aliado es el blanco, con el que forma una pareja infalible. También armoniza con otros tonos azules, morados, verdes y con sus opuestos cromáticos, como amarillos, que le ayudarán a reflejar la luz. Se adapta muy bien con otras gamas de colores brillantes, rojos y anaranjados, aunque también es muy decorativo con tonos neutros y cálidos (grises, arenas, beiges…). El azul índigo combina a la perfección con muebles decapados en blanco y con maderas de tonos miel. De connotaciones muy marineras (presente en persianas y zócalos de fachadas mediterráneas), es perfecto para vestir casas y apartamentos junto al mar y encaja muy bien en los dormitorios y en los baños.
" Es un color que siempre funciona. El más refrescante, si se combina con otros azules y blancos intensos”
Willeke Jongean
Colorista del centro del color de Azko Nobel.
La intensidad del rojo bermellón
Es un color vivo e intenso, muy cálido y es importante dosificarlo bien porque crea ambientes pesados, incluso estresantes. En términos decorativos, invita a jugar con los contrastes para neutralizarlo. Combina muy bien con los tonos claros, desde el blanco puro, que es su aliado perfecto, a los tierras más suaves pasando por el gris, siempre en los tonos menos intensos. Para diluirlo en el espacio, combínalo con toques de blancos o beiges que lo llenen de luz. También puedes acompañarlo con verdes, morados y chocolates, o dorados y bronces. Al rojo bermellón le gusta la sofisticación de las telas gruesas como las lanas pero también puedes utilizarlo en pequeñas dosis en algodones y linos, que te aportarán notas de frescor. Al ser un tono dominante queda perfecto con maderas tropicales y oscuras a las que añade calidez y luminosidad.
"Es el color más cálido de todos. Úsalo con cuidado y nunca en estancias sin luz, porque reduce el espacio"
Maite Barrabés
Responsable del Departamento de Colorimetría de Titanlux
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