Modelar objetos con las manos es una mirada al pasado.. pero también al futuro. En ciudades como Copenhague, la cerámica escandinava bebe de las técnicas tradicionales pero adapta el diseño de las piezas a los nuevos gustos decorativos. Porque, hoy más que nunca, los decoadictos aprecian la artesanía y los materiales de calidad, por ello presumen de piezas de cerámica de autor tanto en sus mesas como en sus paredes.
Refinar el pasado
Alfarería
Los tornos de alfarero vuelven a girar en el siglo XXI para dar forma a los objetos de cerámica más actuales. Arcilla, loza, porcelana, no importa la base, sólo la creatividad de las manos que se funden en la tierra para dar como resultado vajillas, jarrones, bandejas y hasta estanterías.
Ilustraciones
Por el contrario, otros artesanos compran directamente las vajillas de loza y porcelana y simplemente dan rienda suelta a su creatividad con pinceles y óxidos de color. Ya que en realidad el medio para comunicar el mensaje no importa, porque se consideran artistas que, por diversos motivos, han acabado trabajando sobre cerámica.
Incluso grandes firmas de cerámica, como La Cartuja Sevillana, cuyos métodos de producción son más mecanizados y a mayor escala, se han sumado a esta nueva tendencia y han contado para el diseño de sus vajillas contemporáneas con la participación del diseñador Isaac Piñeiro y de conocidas ilustradoras como Carmen García Huerta y Ana Jarén.
El esmaltado
Parece la parte más sencilla y, sin embargo, en esta técnica radica el aspecto final y la resistencia de las piezas. Algunos ceramistas, como la británica Linda Blommfield se encargan de crear sus propios esmaltes para conseguir colores originales y exclusivos.