Quién no ha hecho alguna vez una carrera (¡con sprint incluido!) para hacerse con la butaca del salón antes que nadie... Si es que aunque el sofá tenga pinta de cómodo, no hay nada como apropiarse de esa butaquita individual. Este tipo de asiento, que no es silla ni sofá, ha vuelto con fuerza a la decoración, incluso rescatando versiones más clásicas como las butacas orejeras o las Luis XV. Ya sean mullidas o tapizadas, de ratán o de cuero, las posibilidades son infinitas si lo que buscas en crear el interiorismo prefecto.
Y son imprescindibles si quieres crear esa zona de lectura que siempre has soñado. Basta con colocar la butaca junto a la ventana y acompañarla de una mesita auxiliar, una lámpara, una alfombra que delimite la zona y, para los más 'pro', un reposapiés.
De altura
Con el respaldo alto primará la comodidad de hombros y cabeza frente a la sofisticación de las que lo tienen más bajo. Los hay que no conciben una butaca si no es con orejeras (puede que sea para echar una cabezadita).
A tono
Los colores intensos contrastarán con los tonos neutros de las paredes y del resto de muebles. Arriesga con el tapizado ahora que el mostaza, el verde y hasta los cuadros están de moda (retapizar una butaca es menos engorroso que pintar un salón).
Respecto a las posibilidades infinitas de las telas, mejor hacerle caso a los entendidos, gurús de la decoración que quisieron compartir su experiencia con El Mueble.
Lo mejor es contar con...
- Una: para el rincón de lectura.
- Dos: para conversar, ya sea aisladas junto a una ventana o frente al sofá, para crear un espacio organizado de forma que favorezca la comunicación.
- Cuatro: cuando tu salón en grande y puedes permitirte la composición en forma de U, colocando el sofá en el lado restante.
- Las que necesites... Si tienes un salón muy muy grande, además de la zona del sofá, puedes crear otra con una mesa de centro y varias butacas alrededor.
En el exterior: ¿y por qué no?
El clima mediterráneo es cada vez más benévolo, lo que nos permite aprovechar durante más tiempo la zonas exteriores de nuestra casa. Entonces, ¿por qué poner asientos incómodos o provisionales? Equipa tu terraza o jardín con las butacas que querrías tener de puertas para dentro.
No estamos habituados a ver butacas en los baños, pero es un mueble auxiliar efectivamente muy auxiliar: además de por estética, facilita el día a día a las personas mayores o con algún tipo de dificultad física. ¡Y quedan tan bien!

EL REY DEL SALÓN
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