Sí, ha llegado el momento de decir bye bye a las vacaciones, al sol, a la playa, a las noches infinitas y a las gustosas mañanas de lirón. Toca volver al "cole" (el eufemismo que utilizan quienes se resienten a pronunciar "trabajo" hasta bien entrado septiembre) y enfrentarnos al síndrome postvacacional -propio o ajeno, que también afecta-.
Se calcula que casi el 40% de las personas desarrollan este síndrome: cansancio, tristeza, apatía, alteraciones del sueño… Pero, no te preocupes, nos hemos propuesto borrar del diccionario estos efectos secundarios de las vacaciones. Este año, la vuelta no va ser esa sombra gris que te persigue hasta el final del otoño, sino la puesta en marcha de muchos proyectos y buenos propósitos. ¿Cómo superar el síndrome postvacacional? Te damos las claves para afrontar la rentrée mejor que nadie.
Hay que mantenerse activo
Básico, pero sin pasarse. Mantenerse ocupado es importante, pero hay muchos días por delante así que no hay que hacerlo todo la primera semana. Empieza por ordenar todas las fotos, papeles y recuerdos que te has traído de las vacaciones. Puedes hacer tu propio tablero de Pinterest 3D. Usa como base un tablero de foam en el que puedas pinear tus fotos preferidas de las vacaciones, las entradas al museo o hasta el tíquet de esa cena especial. Así conseguirás hacer una suave transición entre vacaciones y rutina, con los recuerdos como nexo.
(Re)Toques deco
Está claro que no puedes cambiar la casa de arriba abajo cada vez que vuelves de vacaciones, tienes un bajón o hay un cambio de estación. Pero sí que puedes darle ese toque nuevo que te de un poco de aire. Recuerda que, muchas veces, la clave está en los pequeños detalles. Cambiar de sitio algunos elementos decorativos puede ser más que suficiente para renovar una estancia. También puedes optar por cambiar los muebles de sitio, en cuyo caso el salón puede ser un buen campo de entrenamiento. Al fin y al cabo es donde pasas la mayor parte del tiempo cuando estás en casa. Renovarlo te ayudará a atenuar la sensación de vuelta a la rutina.
Manos a la obra
El bricolaje es casi siempre la asignatura pendiente. Coger un taladro es lo más parecido a empuñar un arma. Doméstica, claro. ¿Qué tal si empezamos a perderle el miedo? Crécete y aprovecha estos días para colgar ese cuadro que has comprado en las vacaciones o para apuntalar esa estantería que hace meses que notas cada vez más inclinada. ¡Nada como ponerse con este tipo de tareas para que te entren unas irrefrenables ganas de volver a la rutina!
Un rincón para tus aficiones…
Una de las mejores cosas que tienen las vacaciones es poder dedicarle tiempo a nuestras aficiones. La vuelta a la rutina no tiene por qué implicar renunciar a esos momentos. Crea un rincón en casa para hacer lo que te gusta, ya sea escribir, hacer yoga o dibujar. Si tienes un rincón específico para ello te será más fácil seguir desarrollando esa actividad.
…y un calendario para tus pequeñas metas
Al volver de vacaciones y pensar que falta todo un año para las siguientes... podemos entrar en colapso. Pero, en realidad, el año está lleno de fechas a remarcar en el calendario, y solo es cuestión de tenerlas presentes. Una buena manera es hacernos nuestro propio calendario en el que esas fechas sean las protagonistas: un cumpleaños, una cena con los amigos o un puente que permita una escapada. El objetivo es fijarse únicamente en la meta más cercana. De este modo la angustia se irá reduciendo porque el “premio” estará más cerca. Y una vez que pase, siguiente meta. Cuando te des cuenta estarás planeando el próximo verano.
No abandones la terraza
El clásico error: volver de vacaciones y olvidarnos de que sigue haciendo calor y los días siguen siendo largos. Si tienes la suerte de tener una terraza, recuerda que sigue siendo el lugar ideal para relajarse a última hora del día. Aún le quedan semanas de “vida útil”, ¡no las desperdicies!
Del huerto a casa
Si lo tuyo son las vacaciones en el pueblo seguro que una de las cosas que más echas de menos al volver a casa son esos estupendos tomates de la huerta o los huevos de gallinas felices, pero de verdad. Lo de las gallinas va a estar un poco más complicado, pero lo de las frutas y verduras sí tiene solución. Es tan sencillo como montarte tu pequeño huerto urbano en la terraza o el balcón. Ahora es un buen momento para plantar escarola, zanahoria, habas, puerros o brócoli. Son verduras de temporada que te ayudarán a comer sano y a sentir el pueblo un poquito más cerca.
Mímate
Si la depresión te ha tocado más de la cuenta, mímate. Convierte el baño en tu pequeño spa particular. Hazte con una buena colección de velas de lavanda y prepárate un baño con sales relajantes. El bajón desaparecerá como por arte de magia. Eso sí, ¡fuera el móvil! No dejes que nada ni nadie interrumpa tu momento.
Móntate el bar en casa
Si ninguna de estas cosas funciona, nada como montar una buena fiesta en casa. Organiza una comida e invita a cenar a tus amigos. Sin duda, es la mejor manera de pasar las penas. Pero recuerda, si quieres que sea una velada entretenida para todos: ¡nada de hacerles un pase con las 500 fotos de las vacaciones!
Y cuando ya no puedas alargarlo más, y la vuelta a la normalidad se haya instalado definitivamente, no olvides que todo tiene su parte positiva: por fin podrás volver a disfrutar del placer de que llegue el fin de semana.