Para escoger el suelo ideal para tu cocina, además de tener en cuenta criterios de higiene y durabilidad, también habrá que tener en cuenta la composición, el color y el material porque a cada estilo de cocina le corresponde un material determinado y hay mucho donde elegir. Por ejemplo, si debemos escoger un suelo para una cocina rústica es evidente que un suelo de piedra natural o madera le irá perfecto, pero si optamos por uno porcelánico os recomiendo uno mate, levemente rugoso y con motivos pétreos. Los colores dependerán de los tonos predominantes en la cocina, pero nunca deberán robarle protagonismo al mobiliario.
Si se trata de una cocina de estilo barroco os recomiendo utilizar pavimentos oscuros en mosaico, si puede ser de piezas diferentes mejor, con la junta rectificada y con motivos simples pero visibles en las piezas. Valdría piedra o gres porcelánico, no os recomiendo madera ni pavimento continuo en este caso. En cambio, para cocinas minimalistas es perfecto un suelo continuo de hormigón pulido blanco o gris claro (si encaja con los colores de la cocina) o un gres porcelánico blanco mate de gran formato 90x60, evidentemente con junta rectificada.
Para cocinas de carácter industrial, es decir, con bancadas de acero inox, el suelo ideal es un pavimento de hormigón pulido pero dejando ver suavemente algunas aguas, un acabado algo imperfecto. También valdría un linóleo.