Hace años parecía imposible que alguien pusiera un pie fuera de casa sin dejarse las camas perfectamente hechas, seguro que tu madre te repite hasta el cansancio algo así como que no hacerse la cama es de gente sucia y desordenada. Vamos, que no sabemos cómo no se convirtió en uno de los pecados capitales. Seguro que a ella la ha encantado el artículo acerca de cómo hacer la cama perfecta.
Hoy en día este hábito parece estar más a consideración de cada uno, y ya no se te considera un apestado social si confiesas que rara vez haces la cama. Sin embargo, más allá del qué dirán o de darle gusto a tu madre, lo cierto es que hay estudios concluyen que hacerse la cama a diario influye positivamente en nuestra salud mental.
La psicóloga Noelia Sancho, afirma que un entorno ordenado siempre aporta calma y permite que aflore esa sensación de hogar al llegar a casa y una cama impecable, resulta un gesto muy sencillo y muy eficaz para conseguirlo. Además, ella insiste en la importancia de tener rutinas, ya que esto hace que nuestro cerebro funcione mejor: "Por un lado entrenamos nuestra memoria y nuestra capacidad de automatizar una conducta. Por otro, nos ayuda a ahorrar recursos y tiempo. Así que, indirectamente también es bueno para cierta estabilidad en el estado de ánimo y el autoconcepto."
Qué vas a obtener haciendo la cama
- Más salud: un entorno ordenado se traduce en una reducción de estrés y ya sabemos lo que el estrés le hace a tu salud física y mental.
- Más felicidad: con la adquisición de pequeños hábitos tu mente irá dejando de ser un ovillo lleno de ideas enredadas y habrá más hueco para los momentos de placer.
- Más compromiso: no hay nada que nos siente mejor que cumplir con los objetivos que nos proponemos, por pequeños que sean. Esto te dará confianza en ti mismo y te llevará a comprometerte con metas más ambiciosas.