14 rincones invernales para hacer la siesta

Olvídate de móviles y café y hazte hueco en el sofá. Si te puedes tumbar estarás mucho más cómodo. Los tapizados que te resultarán más agradables son los naturales (lino, algodón...). Tápate con una manta y deja que Morfeo te venga a visitar. 

Un sofá en esquina permite hacer la siesta acompañado sin molestarse, ya que cada uno cuenta con uno de los lados del sofá. Este sofá es diseño de Lara Vallés. Mesas de troncos, en Mercantic. Pieles, de Ikea. Alfombra, en Gra. Espacio decorado por Lara Vallés, de Space Stage. 

 Una butaca y un reposapiés de su misma altura son ideales para convertirse en una cómoda chaise longue. Estos son de Crearte con tela de Les Créations de La Maison. Lámpara de pie Grossman Grashoppa, de Gubi. Alfombra de Francisco Cumellas. Espacio de Meritxell Ribé.

No tiene respaldo pero es lo suficientemente ancho para dejarse adormecer con toda seguridad. Para acompañar, que no falten los cojines, de distintas formas y una pieza furry para añadir calidez. Espacio decorado por Sol Palou. 

Una butaca mullida con reposabrazos puede ser estupenda para hacer una siesta. Y para los pies, unos cojines grandes que te darán abrigo y comodidad. Butaca, de Venta-Única. Chimenea, de MCZ. Cojines de junto, hechos a mano, en Mikmax. 

¿Por qué no? Está estudiado que se descansa mejor con frescor que con demasiado calor. Así que, ya lo sabes, si tienes una tumbona como estas de El Corte Inglés, hazte con unas buenas mantas y duérmete mirando el paisaje. Una sensación única.

No tienes la sensación de "irte a dormir", pero te da la misma comodidad que una cama. Prepárala con unos cojines y una manta a juego. Un espacio agradable es una siesta perfecta. Chaise longue tapizada con la colección Tramuntana Strawberry de Gancedo. Plaid y cojines, de La Maison. 

Es genial, porque podrás llevarla al rincón que más te convenga para hacer la siesta: donde haya menos luz, más silencio, más calidez... Butaca de El Corte Inglés. Mesa auxiliar de Coton et Bois. Lámpara de sobremesa, de Cottage Little House. 

Con una colchoneta. Tendrán que despertarte cada vez que hagas la siesta. Sofá Stocksund, de Ikea. Mesa de centro, auxiliar, cojines grises y alfombra, de ID Design. Colchoneta y cojín mostaza, de Calma House. Taburete, de Sacum. Manta y cesto, de La Maison. Lámina, de Kenay e Ikea. 

Pues sí. Una mantita o una funda cálida puede ser el todo para sentirte tan a gusto como para dormirte. Además, las piezas furry están de moda y son muy decorativas. Esta aporta comodidad y un look muy rústico-chic a la butaca de La Redoute.

O luces bajas. Nada que venga del techo. Necesitas luces cálidas que vengan de abajo para crear un rincón cálido que invite a desconectar, cerrar los ojos y dejarte llevar por el sueño. Mesa de centro, de Chalet des Pins. Alfombra, en Gra. 

Si la terraza es soleada y tienes un paisaje espectacular delante, no te prives y estírate en una tumbona como esta. Tus acompañantes imprescindibles: que la colchoneta de la tumbona sea de algodón confortable, una buena manta y cojines cómodos. Tumbonas, de Portobello. 

Sin problema si uno de sus lados no tiene reposabrazos. Así puedes unirle un puf y alargarlo tanto como necesitas para descansar con comodidad. Sofá realizado a medida con Tapicería Marcasal. Mesa auxiliar, de La Maison. Mesa de centro, en TS Coffe Table. Espacio decorado por Miriam Barrio. 

 El terciopelo ha vuelto con fuerza y no solo aporta un toque chic distinguido sino que da calidez y suavidad, dos sensaciones ideales para tu siesta. Chaise longue diseño de Anna Mercadé, decoradora del espacio junto a Sergi Peña.