Las 14 cosas que más suciedad acumulan en casa

O al menos eso es lo que sostienen los estudios del microbiólogo Chuck Gerba, según los cuales podemos encontrar más bacterias en casi cualquier lugar de tu casa que en el WC...

El teléfono móvil nos acompaña a todos lados: lo mismo da si vamos en metro, si estamos en la oficina o, nuestro favorito, si vamos al baño. No nos despegamos de él y, por lo tanto, se contamina de los microorganismos de todos estos lugares. Sin embargo, casi nadie suele limpiarlo.

Sí, por un lado tenemos todos esos bichillos que viven en la famosa placa microbacteriana y de los que tanto hemos oído hablar en los anuncios de dentífricos; pero además, resulta que cuando tiras de la cadena salen millones de microorganismos que van a parar a tu cepillo. Utiliza tapa, enjuágalos con algún colutorio antibacteriano y déjalo secar. Además, procura cambiarlo como máximo cada 3 meses.

Os parecerá mentira, pero es una de las cosas que la mayoría de la gente olvida lavar a menudo. Salimos de la ducha mojados, se humedece y esto favorece la aparición de hongos y bacterias. Lávala una vez por semana y limpia bien el suelo antes de colocarla.

Resulta un tanto obvio, ¿no? En él metemos ropa sudada, con manchas, restos de alimentos o de suciedad y, seamos honestos, ¿con cuánta frecuencia lo limpiamos? 

Sí, como lo oyes, no te lleves las manos a la cabeza. Los derrames que no se limpian a tiempo, los restos de comida que se caen y la pereza de sacar todo para limpiar este electrodoméstico hacen que, en ocasiones, se convierta en una verdadera fuente de bacterias. Aprende a limpiar correctamente tus electrodomésticos y evita que sean un parque de atracciones para los seres microscópicos. 

En ellas metemos los productos que compramos en el supermercado, que habitualmente no están limpios, y además las llevamos y las traemos por los siglos de los siglos sin lavarlas jamás. Imagina lo que albergan en su interior.

Seguro que esta es la que más asombro te ha provocado, y no es para menos. Parece que no es uno de los utensilios que mejor lavamos y la porosidad de las que son de madera provoca que se incrusten restos de alimentos, se desconpongan y ¡tachán! el caldo de cultivo está servido. Lávala inmediatamente con agua caliente o en el lavavajillas, opta por las de plástico y cámbialas periódicamente. 

Resulta obvio lo sucias que pueden estar, puesto que las llevamos siempre de un lugar a otro y jamás nos hemos parado a pensar si necesitan o no limpieza. Pues sí, de vez en cuando no estaría mal desinfectarlas y cerrarle la puerta a los gérmenes.

Con los picaportes de puertas y armarios ocurre algo similar a lo que pasaba con los interruptores. Por tanto, debemos reparar en ellos durante las rutinas de limpieza.

¿Cómo es posible que el fregadero de nuestra cocina tenga más bacterias que el WC? Una vez más, porque ponemos más atención en limpiar con productos desinfectantes el baño, mientras que pensamos que al fregadero le basta con una pasadita con el estropajo enjabonado. 

Estos son los reyes de las infecciones y el Dr. Gerba descubrió que hay alrededor de 10 millones de bacterias por pulgada cuadrada en una esponja, y un millón en un paño de cocina. ¿La solución? Lavar los trapos con agua caliente y cambiarlos a menudo.

Para dormir bien debes elegir la almohada perfecta y una vez que la tienes, no olvidarte de que los ácaros las aman. A ellos se les unen los restos de piel que desprendemos durante la noche, de pelo o de saliva, y si no las lavamos al menos cada tres meses, ese mullido lugar en el que duermes cada noche estará lleno de vida microscópica.