La vida cambia, nuestras necesidades y forma de relacionarnos también, y con ello los espacios en nuestros hogares, que se distribuyen de una forma muy distinta a como lo hacían uno años atrás, donde las puertas y los pasillos parecían ser la premisa de cualquier construcción.
Hoy en día las familias son mucho más activas y dinámicas y crean espacios de convivencia abiertos que faciliten la comunicación: cocinas sin muros que comuniquen con el salón y el comedor y que permitan que entre la luz, que existan áreas de sociabilización.
Pero, ¿cuáles son las ventajas y desventajas de optar por espacios más diáfanos? Para ayudarte a decidirte, te contamos los puntos a favor y en contra de las cocinas abiertas.
A favor de abrir la cocina
1. Es una apuesta segura para los espacios pequeños, donde la cocina suele ser estrechas y con poca posibilidad para el movimiento. Tirando algún tabique obtendrás más metros.
2. Otra de las ventajas es que seguro se convierte en un lugar mucho más luminoso. Algunas cocinas no cuentan con ventana exterior y de esta forma permitimos que entre la luz de las otras estancias.
3. Favorece la comunicación. La persona que está en la cocina ya no está aislada en la cocina
En contra de abrir la cocina
1. El olor a comida puede repartirse por toda la casa y eso, no suele ser agradable. Necesitarás ventilar más a menudo y merece la pena invertir en una buena campana extractora.
2. El orden y la limpieza se vuelven indispensables, cualquier cosa fuera de lugar hace que el resto de la casa se vea desordenada.
3. Olvídate de tus secretos culinarios, lo que resulta una ventaja para algunos, puede ser algo molesto para otros. No tendrás intimidad en las zonas comunes y si la necesitas, deberás buscar otras estancias de la casa.
Ideas para disfrutar de una cocina abierta
1. Puedes unificar el color de las paredes y el suelo o todo lo contrario, utilizar distintos tonos y materiales para darle a cada espacio una personalidad propia.
2. Una barra en la cocina es una opción estupenda para crear ambiente muy hogareño. Las charlas pueden darse en torno a la cocina, mientras alguien prepara la cena.
3. Si la idea no te convence del todo y crees que en algún momento podrías necesitar intimidad, coloca una puerta corredera que puedas abrir y cerrar a tu antojo.