Aplica estas soluciones y aprovecharás al máximo los metros. Tan sencillas como adosar un banco a la pared o colocar baldas en lugares estratégicos.
1 Reduce la cocina al mínimo
En algo más de lo que ocupa un armario empotrado puedes tener una cocina completa. Para que sea funcional, necesitas una pared de 2,40 m y un fondo de 1,50 m (los 60 cm que miden los armarios y electrodomésticos y 1 m libre delante para poder moverte). Ciérrala con puertas o paneles correderos (o plegables y escamoteables a los lados) de manera que puedas abrirla al comedor cuando quieras y cerrarla si estás cocinando o no quieres que se vea.
2 Alacenas, roperos y zapateros con el fondo exacto
Alacenas. No necesitan más profundidad de la que miden los platos o soperas grandes (unos 29 cm). Calcula también la altura de las baldas (mejor si es regulable) para no perder espacio. Y para aligerarlas, usa puertas de cristal y pinta la trasera de blanco.
Zapateros. Aprovecha el recibidor para colocar un banco-zapatero (con 38 cm de fondo será suficiente), y los pasillos estrechos y huecos detrás de las puertas para poner muebles-zapateros con frentes basculantes (si guardas los zapatos en vertical, ocupan menos).
Roperos. Haz un armario para abrigos y chaquetas en la entrada de apenas 30 cm de fondo. Con una barra transversal y extraíble (es más comodo) podrás colgar las prendas en paralelo a la pared. Si no tienes espacio para cerrarlo con puertas, pon cortinas.
3 Mágicas correderas
Cuando hay poco espacio, cada cm cuenta: unas puertas de paso correderas pueden liberar casi 1 m2 de espacio. Tienes tres opciones: empotrarlas en un doble tabique de Pladur o DM (a medida); con premarco metálico (empotradas estándar, es decir, la puerta, el marco, los herrajes y el premarco forman un todo), o a la vista deslizándose en paralelo a la pared con una guía exterior. Esta es la solución más rápida y económica, ya que se instala sin apenas obras, pero no permite colocar muebles en la pared que ocupa cuando está abierta. Si el hueco es demasiado grande (más de un metro) opta por un modelo de doble hoja.
4 Baldas que nunca fallan
Estanterías, estructuras puente y baldas voladas de pladur, DM, cristal... sacan partido a pasillos, rincones sobre puertas y paredes ganando espacio en vertical. Por muy pequeño que sea el hueco, incluso si tiene poco fondo, con ellas sumarás superficie de apoyo.
5 Más espacio de almacenaje
Diseña librerías, bibliotecas y armarios de suelo a techo y de pared a pared para no desperdiciar ni un cm útil. Hazlos a medida o modulares (algunos modelos permiten combinar varios fondos para adaptarse a irregularidades). Y sean de madera, DM o Pladur, píntalos del color de la pared para que queden totalmente integrados. Diséñalos pensando qué es lo que vas a guardar en ellos, y prevé espacio para futuras adquisiciones. Con el fin de multiplicar la capacidad de las librerías, hazlas con baldas de altura regulable y armarios o cajones con ruedas en la parte inferior: multiplicarás el almacenaje.
6 Tabiques multifunción
Para dividir sin cerrar recurre a los muretes y tabiques exentos multifunción. Al no llegar al techo, no se pierde comunicación visual ni claridad y el espacio se percibe más grande. La altura dependerá del uso y la intimidad que quieras conseguir, y el grosor (de 15 o 20 cm) de si va a alojar en su interior instalaciones eléctricas o de fontanería. Puede ser la solución ideal para ganar un baño o un vestidor dentro del dormitorio sin tener que cerrar los ambientes ni perder mucho espacio, porque puede funcionar como cabecero por el lado de la cama y, por el otro, dar cabida a la encimera con los lavamanos o a un pequeño armario.
7 Muebles abatibles
Aparecen solo cuando se les necesita porque se ocultan mientras no se están usando, integrados en la pared o escondidos dentro de otros muebles. Son los muebles abatibles, plegables, convertibles, multifuncionales... Con ellos puedes tener un office en el mínimo espacio, un despacho en el armario o un dormitorio en el cuarto de estar. Hoy en día, además de mesas, camas y literas abatibles o plegables, hay sofás que se convierten en literas, escritorios que esconden camas, mesas de centro elevables para usarlas de comedor o camas que suben y bajan y se camuflan en las paredes y los techos.
8 Bajolavabo a medida
Adaptado a la profundidad de la encimera (o con unos cm menos para evitar golpes), pueden ser modulares (incluso con ruedas), prefabricados o a medida. Lo ideal es que tengan baldas, armarios y cajones adaptados al tamaño de las toallas y los productos de baño.
9 Contra la pared
Colocar los muebles contra las paredes (sobre todo los altos o voluminosos) ayuda a liberar la zona central de las habitaciones, aumentando el área de circulación y, por lo tanto, la sensación de amplitud. Un banco corrido adosado a la pared es la solución perfecta para “llevar” el comedor a un rincón de la cocina o del salón y ganar los 40-50 cm que necesitan las sillas a su alrededor. Diseñado en ángulo y con una mesa rectangular multiplica el número de asientos en el mínimo espacio. Si, además, necesitas ganar espacio para guardar, puedes diseñarlo con almacenaje (con cajones frontales o tipo baúl, con tapa superior abatible).
10 Sistemas extraíbles
Las gavetas y cajones de extracción total y con sistema de cierre amortiguado silencioso para evitar ruidos y golpes son ideales para almacenar el menaje más pesado (vajilla, batería de cocina, botes, cubiertos). Escógelos de diferentes tamaños y capacidades, para que quepa de todo, y con sistemas de organización interior fijos o modulares.
Las bandejas y cestos extraíbles (de madera, melamina o rejilla metálica) para el interior de los armarios, por muy altos, bajos, anchos o estrechos que sean (incluso menos de 15 cm), son perfectos para organizar los despenseros.
Los módulos rinconeros con bandejas extraíbles, giratorias o articuladas, según la forma y tamaño del hueco, son la mejor solución para rentabilizar los rincones más inaccesibles.
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