La vida da muchas vueltas. Y si no, que se lo cuenten a los aparadores. Nacieron en la Edad Media para hacer la función de bufé. Sobre ellos se mostraban los platos que se servirían en las mesas de la nobleza. Además, también se usaban para exhibir la mejor de las vajillas, símbolo de estatus social.
- Crea bodegones: agrupa objetos en lugar de dejarlos repartidos por toda la superficie del aparador. De este modo, conseguirás más fuerza visual al punto de interés que quieras mostrar.
- Paredes sin agujeros: coloca marcos de fotografías o ilustraciones apoyados en la pared y olvídate de colgarlos.
- Algo más que cultura: puedes conseguir una pequeña librería sobre tu aparador decorando con libros.
- Que no falte el verde: las plantas aportan frescura y vitalidad.
- Combina colores, texturas y materiales como la madera, fibras naturales, cerámica...
Hoy podemos encontrar un aparador en cualquier rincón de casa gracias a su versatilidad y funcionalidad convirtiéndose en un mueble imprescindible. Y si quieres saber qué más muebles no pueden faltar en tu salón no te pierdas este artículo.
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