¿Es posible pasar un invierno sin catarros? ¡Por supuesto! Toma alimentos ricos en vitaminas, ácido fólico y minerales, ¡y dile adiós a pañuelos y malestar!
Una alimentación adecuada ayuda a evitar los resfriados y a aliviar sus síntomas. Asegúrate de tomar vitaminas A, C y D, ácido fólico, hierro y zinc: son básicos.
Para ganar la batalla a virus y bacterias, lo primordial es mantener un buen estado nutricional, que es la garantía de que nuestro sistema inmunitario funcione. Además, hay determinados nutrientes, como las vitaminas A, C y D y el ácido fólico, así como minerales (hierro y zinc) que son cruciales en una dieta antirresfriados. Te mostramos qué alimentos los contienen. Tómalos como previsión y también para aliviar los síntomas si ya te has constipado.
Las vitaminas juegan a tu favor
Las vitaminas ayudan a fortalecer las defensas y aseguran un buen funcionamiento del organismo. Las A y B las encuentras en alimentos como los huevos (sobre todo en la yema), el pescado azul, la leche entera y sus derivados, los frutos secos, las legumbres, las frutas (plátano, manzana, naranja, kiwi...) y las verduras de hoja como espinacas, acelgas y coles. El ácido fólico pertenece al grupo de la vitamina B9 y también está presente en todos estos alimentos. Para asegurar el aporte de vitamina D, toma productos como salmón, leche, leche de soja y cereales enriquecidos y el atún en conserva de aceite.
Los minerales te fortalecen
Porque ayudan a oxigenar los tejidos, nos protegen de infecciones y reducen la duración de los resfriados. Las legumbres y las verduras de hoja verde son también ricas en minerales como hierro y zinc. Aumenta su aporte tomando crustáceos (almejas, mejillones, berberechos, ostras), carnes y pescados, sobretodo las carnes rojas y el pescado azul.
Una dieta variada
Además de vitaminas y minerales, es importante dar al organismo las grasas saludables necesarias para hacer frente a las bajas temperaturas del invierno.
El desayuno. Empieza el día con un buen aporte de vitaminas. Un zumo de naranja o una naranja entera, un kiwi y cereales integrales con miel, que calma la tos.
La comida. Que no falten las verduras, crudas o cocinadas, las proteínas animales de las carnes y frutas como manzanas o mandarinas.
La cena. De nuevo, toma vegetales y acompáñalos de pescados azules (atún, sardina, caballa...) o crustáceos como mejillones o almejas, frescos o en conserva.
Entre horas. Yogures y frutas te darán vitaminas sin aporte de calorías. Si te apetece algo caliente, toma alguna de las infusiones que te proponemos.
Aportes extra. Completa tu dieta con algún suplemento alimenticio natural como la equinácea (alivia los síntomas del resfriado), el propóleo (con efecto antibiótico y antigripal) o la jalea real (antiviral y antimicrobiana).
Las tres "C" anticatarro
1. Cebolla
Deja macerar 4 cebollas durante 24 horas en 1 litro de agua tibia. Cuela el líquido y toma una taza entre comidas y otra antes de acostarte, verás como los síntomas del resfriado desaparecen casi por completo.
2. Cítricos
La dosis de vitamina C diaria necesaria para tener en forma las defensas es de 60 mg. Esta cantidad se obtiene tomando una naranja, un kiwi o tres mandarinas.
3. Caldos
El caldo de pollo no solo reconforta por la temperatura (y los mimos, si te lo preparan), también porque fluidifica las secreciones.
Infusiones que calman los síntomas
Tomillo. Por sus cualidades expectorantes se puede tomar en infusión o el aceite esencial por vía externa.
Malva. Para el resfriado con congestión nasal y tos irritativa. Se puede mezclar la infusión con anís verde.
Violeta. Es muy indicada para aliviar catarros con tos persistente. Infusiona una cucharada de violeta por taza.
Saúco. Reduce la irritación mucosa. Las flores de saúco se suelen tomar en infusión combinadas con llantén.