A Sir Arthur Colley Wellesley, el Duque de Wellington, le encantaba agasajar a sus invitados con el solomillo Wellington. Y no es extraño. Es un plato sofisticado y delicioso ideal para celebraciones. Pero hoy lo haremos más ligero: con salmón.
Ingredientes para 2 personas
- 300 g de salmón
- 1 lámina de hojaldre de 200 g
- 1 puerro
- 1 naranja
- 20 g de mantequilla
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 huevo
Para la salsa
- 100 ml de fumet de pescado de roca (y gambas, marisco, rape, etcétera)
- 1 cucharada de zumo de limón
- 100 ml de aceite de oliva virgen
- Una pizca de sal
- Una ramita de eneldo
Preparación
Paso 1. Limpia el puerro y córtalo en láminas muy finas. Sofríelas en una sartén con la mantequilla y el aceite a fuego muy suave tapado durante 14-15’.
Paso 2. Extiende el hojaldre en una superficie enharinada y córtalo en 4 partes.
Paso 3. Pinta los bordes con el huevo batido, coloca en el centro un poco de puerro y el trozo de salmón condimentado con sal.
Paso 4. Envuelve el salmón sellando los bordes y colócalo sobre una placa del horno cubierta con papel sulfurizado. Mete en el horno, precalentado a 200ºC, y cuécelo unos 18’. Para que queden dorados, antes de hornearlos, pinta la superficie del hojaldre con un pincel con yema de huevo.
Paso 5. Para la salsa: vierte el fumet de pescado en un cazo y redúcelo unos minutos. Pasa a un tazón, agrega el jugo de limón y monta todo añadiendo 1 dl de aceite de oliva virgen y el eneldo.
Paso 6. Sirve el salmón con la salsa y, si te gusta, añade brotes de cebolla, rábano o una ensalada variada.
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