Los platos de cuchara siempre apetecen. Pero es durante los meses más fríos del años cuando toman especial protagonismo en nuestra dieta. Y es que, ¿quién se resiste a una sopa bieeeen calentita cuando el frío aprieta? Con excepción, claro, de la carismática Mafalda, enemiga incombustible de las sopas...
La receta que os proponemos es un clásico de los recetarios de la abuela: sopa castellana o de ajo. Originaria de Castilla y León, es un plato tan reconfortante como fácil de preparar. ¿Os animáis?
Raciones: 4 personas
Tiempo de elaboración: 30 minutos
Ingredientes
- 4 rebanadas de pan de hogaza
- 4 huevos
- 3 dientes de ajo
- 100 g de dados de jamón serrano
- 1 ½ l de caldo de pollo
- 1 cucharadita de pimentón
- Unas ramitas de tomillo
- Vinagre
- Sal
- 50 ml de aceite de oliva
Elaboración
Paso 1. Pela los ajos y quítales el germen. Pícalos y sofríelos en un hilo de aceite hasta que se doren. Añade el jamón y saltéalo 1 minuto. Espolvorea con el pimentón y remueve. Vierte 250 ml de caldo y cuece 2 minutos. Agrega el resto del caldo caliente, rectifica el punto de sal y lleva a ebullición.
Paso 2. En una cazuela, calienta el agua con 1 cucharada de vinagre. Remueve, baja el fuego para que no hierva y escalfa los huevos 3 minutos, hasta que se cuaje la clara, no la yema. Retíralos e introdúcelos en agua helada.
Paso 3. Tuesta las rebanadas de pan en el horno o la tostadora. Sirve la sopa bien caliente acompañada por el pan, 1 huevo y 1 ramita de tomillo lavada.
* Truco: Puedes servir la sopa muy, muy caliente, verter el huevo crudo y dejar que se escalfe en ella.
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