Quizás no seas Isabel Preysler y tengas una casa repleta de baños, pero con estos trucos podrás ser igual de buena anfitriona que ella (y sin necesidad de bombones, ya has visto) Pero... ¿y si solo tienes un baño? Te aconsejamos que te plantees instalar un pequeño aseo que se pueda usar como alternativa mientras el baño principal está ocupado. Un aseo de cortesía se puede colocar en un espacio inferior a 2 m2. Se utilizan en momentos puntuales y también es el que se destina a las visitas. Por estos motivos, no es necesario que cuente con las mismas piezas esenciales que un lavabo principal. En un aseo tan solo es indispensable instalar un lavamanos y un inodoro, por lo que el espacio hábil puede ser realmente pequeño. Si además, es posible colocar un plato de ducha, mucho mejor.
Toma medidas
Los lavamanos tradicionales suelen medir entre 40 y 60 cm de fondo y unos 50 ó 70 cm de ancho, aunque actualmente existen piezas más pequeñas en el mercado que pueden resolver una falta de espacio extrema y solucionar la cuestión del lavamanos de manera muy funcional y original. Hay infinidad de propuestas a modo de bol, para apoyar sobre una balda, esquineros o suspendidos.
Los lavabos se colocan a una altura de 80 a 85 cm, permitiendo aprovechar todo el espacio inferior como zona de almacenaje, con baldas, cestos o un mueble a medida. Más allá de las medidas estandarizadas, existe la posibilidad de adquirir un mueble de reducidas dimensiones (22 cm de fondo x 35 cm de frontal) o modelos con frontal estándar (60, 80 ó 100 cm) y fondo reducido (de 35 a 39 cm), ideales para baños muy estrechos y alargados.
Un inodoro estándar mide de 65 a 80 cm de fondo por 55 cm de ancho. A estas medidas hay que sumarle la distancia necesaria para poder utilizarlo con comodidad: 50 cm por delante y unos 65 cm de ancho en total. Si además dispones de una superficie adicional de 90 x 90 cm, también podrás instalar una ducha.
¡A decorar!
Aunque lo mejor es seguir una misma línea decorativa para todas las estancias de la casa, un aseo de cortesía puede ser el espacio ideal para aportar un toque original. ¡Recuerda que es el que ven las visitas! Un papel pintado atractivo, una composición de espejos, un mueble reciclado y adaptado como bajo lavabo, apliques de estilo industrial, revestimientos con texturas, pintarlo de negro… Busca un detalle que pueda servir para dar personalidad a tu aseo y sorprender así a tus invitados.
Pon en práctica estos trucos para que tu baño de invitados tenga más glamour que el de un hotel. Velas, flores, kit de belleza e higiene, detalles personalizados... y no echarás a tus huéspedes ni con agua caliente.
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