En el Pirineo con un toque moderno, alrededor de una chimenea o con estilo Hamptons en la playa. Un salón rústico queda bien donde sea, la clave del éxito es darle un toque personal para que no sea un salón aburrido: juega con los colores de los muebles, las texturas de los cojines, los materiales... ¡Atrévete a innovar y disfruta de un salón rústico de ensueño!