Está claro. Tu casa tiene que hablar de ti. De tus gustos, de tus aficiones... Y dedicar un espacio doméstico a tus hobbies es siempre una gran idea. ¿Por qué no hacerlo en la terraza, el balcón o el jardín? Así tendrías un dos por uno: un sitio al aire libre donde relajarte y donde hacer lo que más te gusta al mismo tiempo. ¿Te encanta leer? ¿O quizá eres un anfitrión de lujo? Aquí encontrarás una selección de 10 exteriores para 10 tipos de personalidades distintas. ¿Cuál es el tuyo?
Para devora-libros
Si literalmente devoras un libro tras otro, estás en tu paraíso. Los beneficios de la lectura al aire libre son múltiples, así que en tu terraza ideal no pueden faltar una butaca o tumbona confortables, con un cojín y un plaid donde abandonarte al placer de una buena novela. Crea sombra con un parasol que abarque todo el perímetro, con el fin de obtener una luz cálida que no deslumbre. Otro imprescindible es la compañía de una mesilla auxiliar, donde dejar tus gafas, el libro o una refrescante bebida. Un reposapiés acolchadito hará que mantengas tus piernas en alto, favoreciendo la circulación sanguínea. Para todo ello basta con un rincón de no más de 10 m2.
El jardinero fiel
Si te encantan las plantas y cuidarlas te relaja, lo tuyo es un exterior verde, plagado de vida y flores.
Si, además, quieres preparar a tus plantas para el verano y que sobrevivan al calor intenso, sin morir en el intento, no puedes perderte estos trucos. Elige plantas de exterior vivaces y resistentes, como algunas aromáticas (romero, lavanda, tomillo, hierbabuena...). Y nunca está de más tener cerca un geranio citronela, es un repelente natural contra los mosquitos. Como ocurre en los patios urbanos, sus usos dependerán de los gustos y de las limitaciones de espacio. Tener un mueble donde guardar las herramientas te será de gran comodidad.
Para foodies... ¡ñam, ñam!
Con el buen tiempo llegan los desayunos, comidas y cenas en el exterior. Si lo tuyo es cocinar, en tu balcón o terraza no puede faltar una barbacoa (colócala en un rincón donde los humos no entren ni en casa ni tampoco molesten a los vecinos), una mesa amplia y tantas sillas como personas vivan en casa. Ten otras tantas plegables para tus invitados y ponlas solo cuando las necesites. Si a todo ello le sumas un pequeño huerto en una mesa de cultivo, podrás tener tus propias frutas y verduras de temporada, para cocinar sano y natural. ¡Ah! Y cuida la presentación: farolillos, velas, una vajilla elegante, cubiertos vintage, mantelería de lino lavado y un centro de mesa con flores. No olvides poner bonitos sittings para indicar donde va cada invitado.
¡Viva la fiesta!
Eres del tipo sociable por naturaleza, así que tu casa es el centro de reuniones de familiares y amigos. ¿Qué mejor lugar para una fiesta que tu terraza o jardín? Acondiciónalo para crear un ambiente acogedor y memorable. Necesitarás muchos asientos, un sofá de exterior y cojines en el suelo, tipo chill-out. Puedes crear una estructura con palés y colchonetas, pegada a una pared y mejor en forma de L para favorecer la conversación (así todos os veréis las caras) y poner una mesa de centro donde dejar las bebidas y aperitivos. Pon en cada esquina una antorcha o composición de velas para crear atmósfera, así como un pequeño altavoz con reproductor de música suave. El resto de la banda sonora serán vuestras risas.
Para amantes de la siesta
Existen pocos placeres comparables con una buena siesta a la sombra. ¿Piensas así? Pues entonces estás en tu exterior soñado. Un must será una hamaca o tumbona donde caer en brazos de Morfeo. Para ello, escoge un modelo ergonómico y aderézalo con un cojín y una manta, que por la noche refresca. Si quieres recrear el ambiente caribeño, elige una hamaca colgada de dos árboles o de los extremos de tu balcón o porche. Así cuando no la uses puedes descolgarla y tener espacio para comer o pasar tranquilamente. ¡Felices sueños!
Un oasis de romanticismo
Si eres amante de las novelas de Jane Austin y las comedias románticas de Jennifer Aniston, tu exterior debe vestirse de rosa palo, flores como las peonías o las rosas y un mobiliario de estilo clásico.
Las sillas, pintadas de blanco con efecto envejecido, se coronan con cojines lisos en tonos pastel. La mesa, a juego con las sillas, se pone con caminos de mesa a conjunto con los cojines. Si es una cena para dos, con un par de individuales de mimbre tendréis suficiente, con copas de fino cristal y una vajilla de porcelana con bordes troquelados. Un centro de velas pondrá el toque final imprescindible. Crea una composición con varios tipos, de alturas diferentes, para ganar dinamismo. ¡Mira que chula ha quedado esta terraza!
¿Eres eco?
Lo natural y reciclable gana adeptos. ¿Tú eres uno de ellos? Tanto en muebles como en revestimientos, vuelve la madera maciza, reciclada o nueva, pero con certificado FSC y tratada con aceite o barniz ecológico. Lo último son las baldosas cerámicas con esmalte catalizador que transforman las emisiones tóxicas en inocuas, y las versiones solares que funcionan como paneles fotovoltaicos que generan electricidad. Por su bajo impacto ambiental, el bambú se consolida. El PVC se descarta, pero no los plásticos reciclables y no clorados, como el polietileno o el polipropileno: se pueden encontrar tarimas, muebles, macetas, luces y muros.
Yo me lo planto, yo me lo como
Si tienes la suerte de tener un buen jardín, sácale fruto. Haz que convivan plantas comestibles y especies útiles para el hogar, uniendo los conceptos de belleza y utilidad. Es importante que elijas una zona soleada y protegida del viento. Si tienes poco sol, siempre te quedará cultivar hortalizas y verduras verdes como lechugas o espinacas. Una parcela de 12 m2 es el espacio mínimo para plantar un huerto. De 25 m, provee de verduras de ensalada para primavera y verano. De 45 m, te dará verduras todo el año. De 80 a 120 m, cubre las necesidades de tres personas.
Las hierbas aromáticas, en macizos elevados o jardineras de obra, son más fáciles de cultivar. Si las tienes en macetas, las salvarás de las heladas, trasladándolas al interior.
¡Fotos no!
Si te gusta preservar tu intimidad, crea fronteras que te oculten de las miradas indiscretas con paredes de tarima, celosías, toldos y/o pérgolas, plantas altas y trepadoras (con ellas ganarás frescor y profundidad). Coloca una celosía para que las enredaderas crezcan hacia arriba. Si eliges trepadoras aromáticas como jazmín, dipladenia o madreselva, además perfumarás. El toldo más sencillo es el tipo telón, que cae en vertical sobre su eje y que puede fijarse a la barandilla. También puedes instalar uno de punto recto que se enrolla sobre brazos laterales o de brazos invisibles. Cuelga las plantas del techo, de la pared o de la barandilla o agrúpalas en un rincón, creando un efecto “escalera”.
Nací en el Mediterráneo
Si estás cerca del mar, opta por el estilo marinero. Con sus rayas, tejidos naturales, maderas envejecidas y binomio de azul y blanco; nunca pasa de moda. Usa decoración con reminiscencias marinas (vajillas decoradas con peces o animales marinos), colores coral, farolillos de barco, piedras de canto redondeado sacadas de la playa como decoración de mesa (dentro de un jarrón de cristal o esparcidas por el centro), ramas silvestres... Y déjate llevar por la brisa.
¿Te has identificado con alguno de estos estilos de vida? Seas como seas, asómate a nuestra fotogalería y encontrarás tu exterior perfecto. ¡Y a disfrutarlo!