Con el buen tiempo, el porche y/o la terraza son los lugares favoritos de una casa. Hoy te contamos los secretos para sacarles el mejor partido y convertirlos en un rincón familiar, tranquilo, de relax, y sobre todo, con mucho, mucho encanto.
La fachada
La fachada es la tarjeta de presentación y estilo de una casa, de su porche o su terraza. Los materiales de fabricación, su arquitectura, el número de ventanas y hasta el color de la pintura definirán la personalidad de tu casa.
Pintar la fachada
La pintura es uno de los acabados más sencillos y económicos para la fachada. La versión más tradicional para porches es el encalado, que aunque también es la más económica, requiere mucho mantenimiento, pues se tiene que repintar como mínimo una vez al año. Antes de aplicar la pintura en una fachada es necesario comprobar si existe algún desconchón, que tendremos que rellenar con mortero para igualar la superficie. También debemos eliminar por completo la pintura antigua antes de aplicar la nueva, porque puede provocar problemas de adherencia. Una alternativa a la pintura es el mortero monocapa (entre 25 y 30 €/m2). Se trata de un material que se aplica en una sola capa y ya lleva incorporado el color; está disponible en una amplia variedad cromática.
¡Ojo! Las normativas municipales pueden restringir la paleta de colores aplicable a la fachada de una casa. Infórmate en el Ayuntamiento o a través del Presidente de tu escalera sobre los colores permitidos para pintar tu fachada o terraza.