Hay personas que bajan las persianas de su terraza cuando lo hacen las temperaturas. Pero no tiene que ser así. La terraza es probablemente el lugar de tu casa más parecido a un spa, ¿vas a renunciar a ese bienestar precisamente cuando más lo necesitas (madrugones, estrés en el trabajo, grupos de Whatsapp de padres de alumnos...)? ¿Y si recuperas ese paraíso perdido?
Además, con la pandemia hemos aprendido a valorar el espacio al aire libre y a día de hoy e un buen espacio en el que reunirse. Las terrazas se adaptan al invierno con mantas a mano y alguna estufa. Si cuentas con un cerramiento, mejor que mejor. Pero las terrazas también son para el invierno (como hemos visto).
La clave está, obviamente, en conseguir que las bajas temperaturas no sean un problema. Si el presupuesto y la previsión acompañan, nada como las terrazas con cerramiento de cristal y metal que se abren y se cierran con automatismos. O las cortinas de cristal que evitan perfilería para no tener sensación de estar encerrados. Y si la terraza está abierta, es aprovechable en los días de sol con mantas, plaids, pieles sintéticas que cubran los asientos y estufas o chimeneas de exterior. Ahora que ya sabes cómo aprovechar tu terraza en otoño e invierno, empieza a disfrutarla ¡ya!
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