Si chocas cada dos por tres con la mesa de centro, si tenéis que coger turno para sentaros en el sofá, si sacas un libro e invocas a Ganesha y sus cuatro brazos para evitar una avalancha... tal vez tu salón necesita un cambio. Acompáñanos. Recorreremos seis salones con soluciones geniales para guardar más en los mismos metros y ganar espacio para todos.
Guarda hacia arriba
No solo de cuadros vive la pared del sofá. Aprovéchala para ganar un espacio donde guardar. Lo ideal: un mueble a medida, de Pladur o DM, de muy poco fondo. Baldas de entre 15 y 20 cm (lo que mide un libro de bolsillo) bastarán. La parte más alta, para los libros y la más baja, justo la de encima del sofá, para los detalles.
"La clave ha sido hacerlo de lado a lado, para sacar el máximo partido a esta zona", afirma la interiorista Cristina Pérez. Y también pintarlo del mismo color claro que la pared.
Un tetris para la tele y los libros
Este piso de 90 m2 está lleno de soluciones a medida para no desperdiciar ni un cm. En el salón, estrecho y alargado, está la primera. Laura Ehlis, responsable de la decoración: "El mueble frente al sofá es bajo en la zona del televisor y se convierte en librería hasta el techo en el rincón de lectura".
Su continuidad crea un juego de volúmenes muy decorativo. La librería se ha diseñado con huecos iguales para dar sensación de orden y su trasera, pintada de oscuro, da profundidad.
¿Un hueco entre columnas? Aprovéchalo con baldas
Los estantes entre columnas o retranqueos de la pared son ligeros y muy funcionales para el almacenaje. "Aproveché el hueco entre la chimenea y la pared para poner dos estantes: uno alto hecho con una viga antigua y el otro bajo, que también sirve de banco", dice Carolina Juanes, autora de la reforma.
No llenes demasiado las baldas porque los ambientes recargados son enemigos de los espacios mini. Y pon un espejo para reflejar la luz.
Bajo la ventana... 1 mueble, 3 usos
No abigarres un salón XS si no quieres que se vea XXS. Pon pocos muebles, pero con varios usos. "Este mueble bajo ofrece almacenaje, un punto de apoyo y oculta el radiador", dice Josep Riu de GCA Architects, su autor.
Con cojines, tendrás asientos extras. Tiene puertas correderas que no ocupan espacio al abrirse y tú eliges qué parte del mueble dejas abierta. La parte baja integra la rejilla de ventilación de la climatización.
Visto y no visto
La tele es un elemento poco decorativo. El truco de la interiorista Pia Capdevila aquí ha sido diseñar un panel corredero con el que se puede tapar parte del mueble que ocupa toda la pared frontal del salón. El panel puede colocarse a derecha, izquierda o centrado, según se quiera tapar la librería, la chimenea o el televisor.
De color blanco, no pesa visualmente y la parte alta de la zona del televisor tiene dos huecos más para guardar.
Balcón cerrado, galería que me llevo
Ganarás más espacio para la zona de sofás, para crear un estudio o, como aquí, un rincón de lectura lleno de luz natural. Siempre que el balcón tenga espacio para el uso que quieras darle, cerrarlo será un acierto.
"En esta antigua galería, que cerramos con ventanas de aluminio, aprovechamos la pared al máximo con un mueble bajo como librería", explican las autoras de la reforma, Pia Capdevila y Andrea Gelabert. Tiene unos huecos abiertos para libros y otros cerrados para lo que "no se puede ver".