Seamos sinceros: el gris nunca ha tenido muy buena prensa... personas grises, cielo gris, pelo gris... Sin embargo, a nosotros, a los amantes de la decoración, nos apasiona. Porque es uno de los colores que nos da más libertad para decorar. Y es que es la pareja perfecta de cualquier otro color y el escenario ideal para el estilo que elijas. ¿Necesitas comprobarlo? Ponemos a prueba el salón. "Griséalo" y no te equivocarás. Aquí tienes algunas ideas para hacerlo.
Todo al gris
Si apuestas por un salón en el que domine el gris, apuestas por un espacio camaleónico porque tan bien quedará en casas de estilo clásico como en casas de corte más contemporáneo, como esta, de aire rústico actual.
Los cojines en tonos terrosos y amarillos, y el espacio, de madera y piedra, le dan calidez y naturalidad. Y a la vez, el color gris potencia la fuerza de los colores que lo acompañan.
¿Te va lo sofisticado?
El gris es tu color. Utilices el tono de gris que utilices, puedes elevar su aura sofisticada si lo apoyas con blanco, piezas de madera envejecida y con complementos textiles como lámparas con pantalla de tela.
Para la filosofía Feng Shui, por ejemplo, es un color ideal para espacios donde el arte tenga una presencia importante, así que si te gustan las paredes decoradas con composiciones de cuadros, por ejemplo, piensa en pintar la pared en gris. Cuanto más oscuro, más destacarán –sobre todo si los marcos son de madera clara o blanca–, pero, claro, es una opción solo apta para salones ultrailuminados. Si el tuyo lo es, ¡bingo!
Parejas "sensacionales"
- Gris y blanco: combínalos y transmitirás elegancia y serenidad.
- Gris y tonos pastel: mézclalos en la misma estancia y crearás un espacio sereno, coqueto y romántico. Muy actual si el gris que combinas es el más oscuro.
- Gris y colores tierra: compensarás su "frialdad" y transmitirás una sensación de calma y calidez.
- Gris y colores vivos: amarillo, fúcsia, etc... Le darás fuerza y conseguirás un espacio bohemio y luminoso.
Eternos como Roma
Y es que los salones donde el gris domina no pasan de moda porque es un color que crea una atmósfera atemporal. De hecho, lo situarás en una u otra época con la decoración que le añadas ya que el mismo gris puede tomar tintes clásicos con muebles de anticuario, por ejemplo, o más actuales, con una mezcla de piezas como la de este salón.
¿Prefieres los toques delicados?
Entre sus muchos beneficios, el gris hace que veamos los espacios más ordenados de lo que lo están. ¿Y eso? Quizá sea porque es el color de la reflexión y relaja la mirada. Un poder que puedes conseguir tan solo con los detalles, sobre todo con los grises más suaves, que destacan sobre las superficies oscuras.
En Oriente, el color gris, lejos de tener una connotación negativa, simboliza la serenidad y la sabiduría
Gris para actualizar
Que sí, que puedes darle una nueva vida –más actual y con más fuerza– a una pieza, pintándola de gris. Sobre todo si utilizas los nuevos tonos, mates y empolvados, y aplicas la técnica del "half painted", como en este caso.
Combínalo con metales, espejos y cristal, y la darás la luz que puede faltarle. Si quieres combatir su posible frialdad, la madera, los textiles suaves y las fibras naturales, son buenos compañeros. Y si lo que busques es actualizarlo al máximo, combínalo con colores pastel.
Ya lo ves: lo apliques en el tapizado del sofá, en los cuadros o en una pieza especial, el color gris aporta serenidad, elegancia y un toque muy personal a tu salón.