El editor textil Borja López de Lamadrid nos abre las puertas de su casa y nos muestra como el juego de texturas la transforma. Se nota que lleva las telas en su ADN.
Desde pequeño le inculcaron la sensibilidad por lo bello y el gusto por lo artesano y de calidad, y eso es exactamente lo que él intenta hacer con sus hijos. Borja López de Lamadrid viene de una fam¡lia de larga tradición textil, su padre fundó el Grupo Lamadrid y ahora trabaja con su hermano. "Llevo las telas en el ADN. Por eso en casa partimos de una decoración sobria y neutra en paredes y suelos para poder jugar con unas telas con personalidad", nos explica.
Su salón, no es un salón típico, ya que el espacio más privilegiado lo ocupa una zona de chill out. "En casa somos muchos y por eso creamos un espacio para ser vivido más que visto: un lugar desenfadado, cómodo y divertido". En él se amontonan los cojines de distintos tamaños y motivos "que rompen la monotonía y combinan colores y texturas diferentes", dice. Todos se han confeccionado con una doble cara, lo que permite una decoración más flexible. "También lo hacemos con las cortinas –nos dice Borja–. Combinamos un lino natural más fresco con otra cara más invernal en terciopelo granate y la giramos según la temporada".
En el salón, los elementos muy neutros –el sofá blanco, la mesa lacada y la auxiliar de espejo– se alían para dar todo el protagonismo a las telas y a los detalles decorativos. "El sofá blanco da mucho juego para combinar cojines estampados y de color", explica. Para Borja, este color no es un problema en una casa con niños: "Si eliges un tejido resistente y de calidad para su funda, la puedes lavar sin problemas y el blanco se convierte en la más limpia de todas las opciones".