Hay salones que nos han hecho decir "wow!". Con ventanales en arco, alfombras y sofás sin fin, más estanterías que en la British Library... Sin embargo, los que nos han dicho decir "¿sabes qué? Yo ya me quedo aquí" no tenían los metros de una sala de zumba. Eran pequeños, pero acogedores y muy personales. ¿Su secreto? Que fueron decorados desde la practicidad y la emoción. Traducido: siguiendo estas 10 claves.
1. Un salón 90-60-90 o casi
Un salón perfecto tiene unos muebles proporcionados a su espacio. Si tienes un salón mini, no pretendas colocar un sofá y dos butacas porque preferirás salir a respirar que sentarte y ahogarte atrapado entre ellos. Funciona mejor un sofá de dos plazas y un puf –que visualmente es más ligero– o un sofá con chaise longue porque, al ser una sola pieza, ocupa visualmente menos que dos, además de que aprovecha las esquinas.
Y una máxima que nunca falla y que haría hacer la ola a la experta en orden Marie Kondo: antes de redecorar, deshazte de lo que no uses. Si mantienes una postura estricta con esto, acabarás sacándote también de encima esa pieza que ocupa espacio y no te sirve de mucho. Y además, la limpieza... ¡es catártica!
2. Una pieza, muchos usos
"Sí, claro –dirás–. ¿Y si me deshago de muebles, dónde guardo?". Lo sabemos... Por mucho que tires, seguirás teniendo mucho que guardar. La solución: piezas multifuncionales. O sea: sofás con almacenaje, pufs que pueden hacer las veces de mesa de centro, baúles como auxiliares, mesas de centro nido otras que se elevan convirtiéndose en mesas para comer... Opciones hay mil.
3. Con ruedas por el salón
Todavía no nos hemos vuelto locos. No estamos diciendo que te calces los patines, sino que se los calces a tus muebles. Si tienes pocos metros, estos deben ser flexibles. Y para ello, las piezas con ruedas son ideales porque puedes colocarlas donde te convenga en cada momento sin añadir una hernia más a tu historia clínica. Puede ser una mesa de centro, un auxiliar, un reposapiés...
4. Tecnología en el aire
Los cables generan sensación de desorden y "ensucian" el salón. Escóndelos al máximo o conecta lo que puedas vía wifi. Ten en cuenta que existen zócalos con hueco para pasar cables. Un cambio low cost con gran efecto. Y otra ventaja de las nuevas tecnologías: los televisores cada día son más delgados y te permiten colgarlos. Plantéatelo. Un televisor colgado es menos suelo ocupado. Y si necesitas colocar el dvd debajo, una balda debajo ¡y solucionado!
5. Viste pero sin pasarte
Cuanta más luz tenga, más amplio se verá. Que las cortinas no cubran ni un centímetro del cristal de las ventanas y, si puede ser, tampoco de la pared. Para ello, la mejor opción para pocos metros son los estores. Las caídas se llevan espacio de pared, ideal para ocupar con estanterías, cuadros, etc, pero si aun así las prefieres:
Instala una barra de cortina más larga que la ventana. Así la cortina recogida solo cubrirá la pared, la ventana parecerá más grande y tu cerebro percibirá más luz y espacio
6. ¡Ábrete sésamo!
Muebles abiertos, muebles tesoro. ¿Por qué? Porque ver el fondo es ver más espacio. Piensa en librerías sin trasera, aparadores con huecos abiertos (y a poder ser simétricos porque la simetría da orden y el orden, espacio) y no los llenes: que haya aire.
7. Luz = Espacio
Dale paso a la luz natural. Lo básico: no coloques ninguna pieza alta frente a las ventanas y haz que la luz rebote tanto como puedas, ya sabes, espejos, detalles en cristal o plata vieja que produzcan destellos... En cuanto a la luz artificial, ten en cuenta: las lámparas de pie, quitan espacio en salones pequeños. Mejor colgantes o de sobremesa. Y observa todos los rincones del salón: que ninguno te quede en penumbra porque la oscuridad empequeñece. Para ello, lo ideal son luces puntuales porque el truco no es iluminarlo todo por igual, sino conseguir distintos puntos de luz. Lograrás sensación de espacio y a la vez que calidez.
8. Trucos de color "estira-metros"
- Acabado mate sedoso: En blanco, gris claro, colores neutros o pastel, que son los más luminosos. Al elegirlos mates sedosos estarás aportando profundidad y sensación de espacio.
- Pared oscura + ventana blanca: No puedes pasarte con la pintura oscura pero sí pintar una sola pared, justo la que tiene la ventana, y que esta tenga la carpintería blanca. El contraste multiplicará la luz.
- Blanco brillante: Para las paredes, no, pero puedes colocar alguna pieza en blanco lacado brillante, que reflejará la luz mucho más.
- Carpinterías + pared: Si pintas las carpinterías de puertas y ventanas del mismo tono que la pared, lograrás que se camuflen, logrando continuidad de pared y con ello, sensación de más metros lineales.
9. Gana metros del exterior sin cerramientos
¿Cómo? Coordinando salón y balcón. Por ejemplo, si tienes una terraza donde te cabe una silla, por ejemplo, que tenga un estilo que encaje con el del salón o bien decórala con un cojín a juego con los que tienes en el sofá. Otro truco: pon alguna planta en el salón usando una maceta como las del exterior. La cuestión es buscar un hilo conductor que una una estancia con la otra. Funciona.
10. Alfombras que regalan m2
Las blancas o de fibras claras. Y sin pelo. Cuanto más finas y claras, mejor. Y al contrario de lo que pueda parecer, opta por las de tamaño maxi. Si tu bolsillo te lo permite, que cubran toda la zona de sofás. Cuanto más claro sea el suelo, más grande se verá. Y puestos... lo mismo con el techo: píntalo de blanco siempre. Altura asegurada.
¿Ganas de más? Entra en la galería de fotos. En cada una encontrarás muchas más ideas para copiar y hacer de tu salón un espacio mucho más cómodo y amplio.
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