15 salones rosas fabulosos y con mucho estilazo

¿Qué efecto quieres conseguir en tu estar? Si buscas darle un toque de discreta elegancia opta por decorar tu salón en gris y rosa. ¡Te sorprenderá el resultado! En este de estilo clásico se enfatizaron las molduras pintándolas de un rosa soft con casetones en blanco, a juego con las butacas y los textiles. ¿Quieres un tip infalible? Mezcla varios tonos de la gama de los rosas, más suaves y más fuertes, para evitar un ambiente plano (y aburrido).

¿Quieres que tu salón gane en fuerza y personalidad? Entonces emplea, en lugar del rosa pastel, tonos más vivos. El fucsia lo inunda todo de vitalidad y optimismo con apenas un toque justo de color. Y si no fíjate cómo ha ganado este salón supersoft en cuanto han hecho acto de presencia la alfombra y los cojines. Introduce algo de verde, bien en plantas o ramos de flores, y alcanzarás el summum.

Jugar con diferentes gamas de blanco (puro, roto...) y rosa (palo, salmón...) es una buena opción para considerar en tu salón. Emplea materiales cálidos y fríos, como madera y metal y apuesta por acabados envejecidos que le den cierta pátina de decadencia bien llevada. ¡Muy shabby chic!

Ya sabes que el blanco y el negro no cuentan como colores en decoración, con lo que, si en tu salón predomina el blanco, tendrás que introducir colores para dinamizarlo. Apunta estas ideas: pinta las paredes en un rosa suave que le aporte delicadeza. Si tienes un salón con chimenea, como el de la imagen, enfatiza su glamur con pinceladas de dorado en complementos (espejos, lámparas, estructura de las mesas de centro). Y reactiva el sofá con cojines en un rosa más fuerte y gris. ¡Verás qué cambio tan espectacular!

Ya sabes que para tamizar la luz y dar privacidad a las estancias nada como los estores, los paneles japoneses o las cortinas. A la hora de elegirlos, apuesta por materiales naturales, preferentemente en colores lisos y neutros. ¡Ojo! neutro no solo significa blanco o beis, también grises azulados, azules grisáceos, turquesas o rosas empolvados. Y en el caso de las cortinas, asegúrate que tienen una buena caída para darle al salón fluidez y movimiento.

¡Síiii ya sabemos que te encanta el nórdico! Con el gris y la madera como protagonista porque te transmiten tranquilidad. Si quieres llevar esa sensación de paz a tu salón, combina el gris del sofá y el beis de los muebles con rosas suaves en paredes y textiles —como muestra la imagen—. Ganarás en luz y calidez. ¡Y es tannnnn dulce!

Denostado durante años por su carácter ñoño rozando la cursilería, el rosa resurge como Ave Fénix en la decoración de la casa. Esos tonos palo empolvados que tanto nos gustan casan a la perfección en dormitorios y también en salones dotándoles de la luz y la relajación que precisan. Fíjate qué sensación tan fresca produce junto al blanco y al verde agua. Aunque en este salón, es el rosa quien lleva la batuta en paredes, textiles y complementos.

El rosa combina muy bien con el beis y el turquesa, justo los dos colores que se han utilizado en este salón. Las paredes neutras en vainilla y blanco cobran vida gracias a los tapizados, en un rosa asalmonado, y a los cojines, en un azul turquesa, que aportan frescura a la estancia. 

Una paleta monocromática pero con diferentes valores de tono siempre es acertada en decoración. Pero ¡cuidado! el paso del uso moderado de un color a uno exagerado puede convertir un salón muy femenino en un espacio recargado. Evítalo, introduciendo un intermediario, como el beis en el suelo o el blanco, en los muebles. Ahora, sí que quedará perfecto.

El rosa es tendencia en paredes y prueba de ello son las nuevas propuestas de color de firmas de pinturas. Este año Bruguer, por ejemplo, sumó a su veterana colección Colores del Mundo el color Capadocia, inspirado en una paleta de colores tierra con pigmentos rosados y aterciopelados. Ideal para el salón y el dormitorio, combina con blancos, beis y grises perlados. Mira qué bonito queda este comedir con un tono suave y otro más fuerte enmarcándolo. ¡Y además, la pintura es ecológica!

Si pintar las paredes de rosa te parece un tanto atrevido y optas por algo más discreto, aquí tienes la solución: plaids y cojines en un rosa apagado y estampados floreados que, sin duda, alegrarán tu salón. Pero también ayúdate de detalles como flores y macetas y de originales objetos deco, como ese letrero de madera sobre la chimenea que desprende tanto love. 

Decora tu salón en gris y rosa ¡hacen tan buena pareja! Ya sea mezclados, cuyo resultado es ese rosa empolvado o rosa sucio que tanto se lleva, o separados, como aparecen en esta imagen. Aquí, el gris está presente en las paredes y en la alfombra mientras que el rosa destaca en el sofá y en la deco de pared. Testigos de este affaire a voces son el beis de la madera y el verde de la planta.

El papel pintado también se sube al carro de la moda del rosa y reaparece con estampados florales discretos que quedan ideales revistiendo una pared del salón. Puede ser en la que ubicas el sofá, tapizado en liso por supuesto como el de la imagen, o aquella pared que quieras destacar por algo en concreto. 

Si tu salón es pequeño y poner un sofá supone restarle mucho espacio, coloca un par de butacas ¡y solucionado! Pero no unas cualquiera. Fíjate en estos sillones tapizados en rosa, a juego con las cortinas, ¿bonitos, verdad? Te gustarán aún más cuando sepas que su respaldo es reclinable y que adopta tres posiciones: recto para estar sentada, reclinado para ver la tele o tumbado con reposapiés, para echarte una cabezadita. ¿No te parecen una pasada?

¿Has visitado las Chimeneas de Hadas en Turquía? Sí, esas torres de roca sedimentaria típicas de la región de Capadocia. Si no conoces este espectacular paisaje o quieres recrear en casa su color rosado, opta por pintar una pared del salón en un rosa suave que le de intimidad. Combínalo con elementos de mimbre, ratán y piel, como aquí, con el sofá de cuero marrón jugando al contraste.