Hemos seleccionado 16 salones pequeños, cada uno con una solución diferente, para darte no solo ideas, sino también todas las respuestas. ¡Y con plano! Irregulares, que comparten estancia con el comedor o con el mínimo espacio. Estas propuestas te van a encantar.
1. Una librería de color
La reforma de este salón es un proyecto de la interiorista Begoña Susaeta (@subeinteriorismo), que realizó una reforma integral de la vivienda. Es un salón cuadrado y tiene la gran ventaja de contar con un gran ventanal, que da mucha luz.
La librería va de pared a pared y hasta el techo en el único tabique 'libre' del salón. Es de madera DM lacada. Mide 4 m de largo x 45 cm de fondo y 250 cm de alto.
La clave fue buscar un protagonista: la librería que es la pieza central del salón. Begoña quería que el diseño fuera clásico y por eso es alistonado. Con su color marca la decoración y reúne todo el almacenaje, desde los libros, hasta cuadros y objetos personales, en armarios y baldas. Arriba, los apliques blancos tienen el estilo de los que se ponen sobre los cuadros para iluminarlos.
2. Un salón pensado al milímetro
Este salón mide unos 13 m2. Forma parte de un bajo de 75 m2 reformado por la interiorista Pia Capdevila (@piacapdevilainteriorismo). Su apuesta fueron los colores claros y los muebles a medida. El mueble bajo frente al sofá está muy bien aprovechado y es que tiene varias funciones: cajones y una balda en la parte baja, estantes en la alta y se puede despejar y usar como asiento extra con cojines si hace falta.
El salón pertenece a un bajo y es estrecho. Pia nos cuenta que colocaron las piezas de frente y esto les sirvió para conseguir mayor profundidad visual. Como es importante buscar asientos para todos se puso un sofá rinconero con L, una buena solución para no desaprovechar ningún rincón. De esta manera un espacio pequeño siempre se verá un poco más amplio.
Además, los muebles a medida y con doble función son la clave para optimizar los espacios. En este salón, el banco enfrente el sofá, tiene truco: parece una continuación del mueble, pero en realidad tiene ruedas para moverlo fácilmente.
3. Clásico rejuvenecido
Un salón rectangular que mide unos 16 m2 y fue decorado por Elena Eyre. La interiorista nos confiesa que para aprovechar la planta rectangular, cerraron la zona de estar con sofás en L y una consola. La chimenea es el foco de atención del salón. Pero la pintura les ayudó a actualizarlo.
Usaron el color gris como hilo conductor del salón. Es un tono elegante y atemporal, que también les sirve para los sofás y que en las paredes es más suave.
Un truco infalible fue sin duda colocar los dos sofás de terciopelo en L para hacer más recogida la zona y dar un aire más acogedor al salón. Una butaca cierra la tertulia y una alfombra la enmarca.
4. Con sitio para todo
El salón mide solo 14 m2. Forma parte de una reforma integral de Marta Tobella, de Sacum (@sacum_interiors). Los básicos son sin duda un sofá rinconero, una mesa de centro ligera y muebles a medida como escritorio. En este salón cada cm se aprovecha al máximo. Además, decidieron añadir un escritorio a medida. Junto al sofá, en la librería, Marta Tobella ha creado una zona de trabajo. Está integrada, a base de baldas voladas en blanco, y apenas resta 40 cm de fondo al salón. Se completa con una silla de fibras muy decorativas.
Recuerda que el banco es la mejor elección para hacer crecer un salón. La calidez la ponen la madera, el parqué y los muebles y complementos de fibras.
5. Para toda la familia
Este salón rectangular mide unos 18 m2. Toda la vivienda fue reformada por la arquitecta Mónica Diago (@monicadiagoarquitecta). La zona de la antigua terraza se ha incorporado al salón. Queda más elevada y alberga una zona de estudio y juegos. Nos confiesa que crearon varios ambientes en uno. Sin duda, el salón ganó metros cuando decidieron integrar la pequeña terraza con el interior. Ahora tiene un espacio rectangular que recibe mucha luz.
La ventaja de un salón rectangular es que puedes generar diferentes ambientes. Por ejemplo, aquí la zona del fondo queda más elevada del resto, convirtiéndose en zona de estudio y juego. Y la zona de estar queda enmarcada con una gran alfombra de lana geométrica, que delimita ese espacio y lo centra con la televisión.
6. Pequeño y con varias zonas
Este salón pertenece a un piso pequeño cuyo interiorismo corrió a cargo de Asun Antó, de Coton et Bois(@cotonetbois). Es un salón comedor ubicado junto a una mini cocina abierta. La clave fue ubicar el sofá y la zona de estar junto a la ventana y crear una conexión visual entre las diferentes zonas gracias a un arrimadero blanco que lo envuelve todo, como si fuera una cajita. Los pufs, la alfombra y la mesa son piezas que permiten delimitar visualmente la zona de estar.
Y recuerda: antes de nada, y haz recortables de papel de los muebles. Así podrás ver cómo quedan en las diferentes posiciones. Si prefieres las nuevas tecnologías, el uso de apps para móviles como Ikea Place y Photo Measures y haz recortables del papel de los muebles. Así podrás ver cómo quedan en las diferentes posiciones.
7. La luz natural
Este proyecto de Ana Blanco Estudio (@mengibarblancoestudio) demuestra algunos trucos de distribución: si tu salón y comedor comparten espacio, pon los sofás frente a la ventana y no la cubras con cortinas oscuras. Elige sofás con el respaldo bajo, porque esto facilitará que la luz fluya a lo largo del salón y del comedor. Si son blancos también reflejarán mejor la luz. La zona de comedor siempre es mejor que quede al fondo.
Dar importancia a las ventanas es básico para generar sensación de amplitud. ¿Y si entra poca luz? Entonces puedes pintar las paredes de colores claros, colocar pocos muebles, prescindir de las cortinas y, siempre, ¡elegir carpinterías blancas!
8. Salones estrechos
En salones muy alargados, como este proyecto de A Touch of Class by Lory Hansen, puedes poner un chaise longue que aproveche el rincón y deje una zona central libre. En este caso, un mueble a medida recorre una de las paredes, sirve de estantería y de zona de almacenaje y ha sido una gran solución. ¿Su truco? Los dos pufs pequeños que se esconden debajo de un estante. De esta manera, en este mini salón se puede prescindir de la mesa de centro.
En plantas alargadas, piensa a lo largo también para elegir sofá. Es mejor que tenga poco fondo y se ubique en la pared más larga. Para tener un estar cómodo, debes poder dibujar un círculo con un diámetro de 2,5 m entre el sofá y el mueble de la TV.
Además, intenta escoger siempre mesas auxiliares, espejos, butacas y hasta sofás de respaldo curvo: crean un efecto óptico y hacen que el espacio parezca más amplio y circular. ¿Otro truco más? No los pegues a la pared y así tu salón parecerá más grande.
9. Diferenciar las zonas
En el caso de este salón reformado por la interiorista Begoña Susaeta (@subeinterorismo), es la propia forma de la planta la que ayuda a distribuir el espacio. El comedor se ubica al fondo, tiene forma circular y los muebles son blancos. En la zona de estar, los tonos oscuros del sofá y la propia butaca ayudan a delimitar el espacio. Un último detalle: en el comedor, la alfombra es redonda y en la sala de estar es rectangular.
Lo más práctico es que el comedor esté cerca de la cocina. Si está junto a una ventana, tendrás más luz natural. Elige la mesa de comedor según cuántos seáis en casa. Si la estancia es pequeña, mejor redonda y que pueda ser extensible para cuando haga falta.
10. Salón irregular
Si tu salón es bastante irregular, serán las ventanas las que marquen en gran parte la distribución, así como la pared más larga, ya que en ella será donde se coloque el sofá. En este caso, un sofá de respaldo bajo ayuda a que el ambiente no se recargue y el color azul da unidad al salón y comedor, jugando con los tonos de las paredes y las telas de los sillones. El comedor se ha ubicado frente a la puerta de acceso, ya que ahí se encuentra la cocina.
Cuando el salón tiene una planta irregular, un sofá con chaise longue puede servir como separador para crear zonas diferentes. Otras opciones serían colocar un sofá con dos butacas a los lados en forma de U o el sofá rinconcero semicircular. Además, debes elegir muebles bajos que no obstaculicen la visión. Los altos incrementan el efecto tubo. Otro truco: combina un sofá claro con butacas intensas para acortar. Juega también con la pintura.
11. El sofá delimita
En este salón decorado por Pipi&Deco (@pipi&deco), el sofá y su chaise longue son perfectos para cerrar la zona de estar. La alfombra marca aún más la división respecto al comedor. El comedor, por su parte, aprovecha el hueco debajo de la escalera y la mesa sirve también como espacio de trabajo. Las sillas tienen la misma tonalidad que la tapicería del sofá. ¡Así se consigue la unidad visual!
No olvides respetar las zonas de paso. Esto significa que debes respetar unas distancias mínimas entre los muebles para que el paso sea cómodo y permitir que las puertas se puedan abrir sin problemas. Y si la puerta de un salón pequeño es muy grande, mejor quitarla.
12. Unidad con el color
En este salón, la clave que da unidad y armonía a los dos ambientes es la estantería, del mismo color blanco hueso del sofá, de la alfombra y de la mesa del comedor, pero con una trasera en un tono verde. Fue diseñada por Teresa Olea, la propietaria. Otra clave: el sofá es de tres plazas, está arrimado a la pared y la zona de estar se completa con dos mesitas simétricas.
En salones mini es mejor elegir entre un sofá de dos o tres plazas, de color claro, sin chaise longue y con respaldo bajo. Las mesas de centro redondas ocupan menos. Un mueble bajo puede servir tanto de soporte para el televisor, como de repisa y de asiento extra.
13. Con dos sofás
En este salón, la zona de estar está en la entrada y junto a la ventana. Los dos sofás se disponen de tal manera que crean una zona alrededor de la chimenea, reservada al descanso y a la tertulia. El espacio se completa con un mueble a medida, una mesa de centro y dos pufs tapizados, que sirven como mesa auxiliar o como asiento en el salón. La alfombra también ayuda a enmarcar el espacio.
Bonito, ¿verdad? Un salón bien distribuido es aquel donde los muebles están colocados de tal manera que el paso es cómodo, el espacio se aprovecha y la relación entre las diferentes zonas (sala de estar o comedor) es fluida. Esto es especialmente importante en los salones pequeños.
14. Un sofá esquinero
En este caso, resulta fundamental jugar tanto con la altura del techo de la buhardilla como con el mueble que se ubique en la parte más baja de la pared. Si pones un sofá rinconero con el respaldo bajo, lograrás crear una zona de descanso recogida. Pero asegúrate de que sea cómodo cada vez que la levantas. En este proyecto de Asun Antó, la estructura del tabique sirve para apoyar plantas y marcos de fotos.
Un salón de planta cuadrada se presta a poner dos sofás enfrentados, que midan lo mismo aunque tengan diseños diferentes. Si te gusta la forma de L, procura elegir un sofá rinconero, para no ocupar tanto espacio con muchos reposabrazos.
15. Sofá + butaca + pufs
En este proyecto de Pia Capdevila (@piacapdevilainteriorismo), la terraza se incorporó al salón. Lo que antes era una zona poco utilizada está ahora acristalada y es un agradable rincón de lectura, con una estantería a medida bajo el ventanal. En la zona de estar, el sofá está acompañado de una butaca y dos mesas tipo puf, muy cómodas. La terraza se integra al salón con el mismo suelo y gracias a la madera de la librería.
Si tienes la suerte de poder contar con ventanales de suelo a techo, ¡no lo desperdicies! Son una gran suerte porque permiten la entrada de luz que desees, a la vez que condicionan la distribución. ¿Cómo sacarles partido? muy fácil: déjalos despejados y refuerza la luz que entra a través de ellas con cortinas blancas o translúcidas.
16. Con chaise longue
En este piso pequeño, salón y cocina son un único espacio, con un office que hace de comedor. Eso sí, cerraron un balcón para incorporarlo como metros útiles. La solución de la propietaria fue apostar por un sofá grande para toda la familia (es el modelo Kivik de 4 plazas de IKEA). Colocado en medio de la estancia, separa los diferentes ambientes. Además, los tonos claritos disimulan su tamaño.
Y si no te convence el chaise longue, atrévete con un sofá cama. Este sofá es convertible y perfecto para tu salón pequeño porque te permitirá dar alojamiento a tus invitados o tenerlo recogido cuando necesites. Existen sofás cama de varias medidas, desde una plaza (tipo butaca), hasta de tres.
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