22 Salones de la revista El Mueble para 2022: inspírate con estas propuestas llenas de estilo, color y personalidad

Dos sofás claritos en forma de L, una butaca de diseño y una alfombra geométrica son las claves de este salón moderno. Dafne Vijande lo ha ubicado en torno a la chimenea como lugar predilecto para mantener largas conversaciones en familia.

En este espacioso salón se han dispuesto dos zonas de estar: una más íntima junto a la chimenea, y otra más social ideada para recibir visitas. Su estilo clásico hace de la estancia un lugar súper elegante y muy chic. Desde el techo en forma de cuadrícula o las lámparas de araña hasta la chimenea de piedra o las cortinas de diseño geométrico en dos colores, beis y gris, a juego con el resto de la decoración. Todo está pensado hasta el mínimo detalle.

En este salón amplio y luminoso, la interiorista Lourdes Pérez, de PS Interior, ha conservado toda su esencia: vigas a dos aguas recuperadas, suelos de terracota abrillantados, chimenea lacada en blanco... Con dos zonas de estar, una de invierno y otra de verano, se proyecta hasta el infinito ganando profundidad. Pero si hay una pieza especial es, sin duda, la doble mesa de madera oscura que da a la estancia su estilo rústico contemporáneo.

Un espectacular ventanal desde el que disfrutar de bonitas vistas son motivo más que suficiente para hacer de este salón algo especial. Pero no el único. Sus decoradoras, las interioristas Marina y Laia Reguant, de Marina & Co, eligieron un papel pintado de rayas en torno al que gira el resto de la decoración: el cuero de los pufs, el lino de los sofás, la madera de los muebles y vigas...

Si quieres llevar a tu casa esa sensación de calma que te transmite tu segunda residencia, copia los trucos que la interiorista Marta Tobella ha trasladado a este salón: color arena en las paredes y presencia de materiales naturales en mobiliario y complementos (mesa de madera, sofás de lino, cortinas y alfombra de yute...). Entrarás en modo vacaciones en un periquete.

En contraste con el cerramiento y la estructura de la mesa de comedor, ambas en negro, este salón se ha ideado todo en blanco para multiplicar su luminosidad. La chimenea y los textiles le dan calidez y las vigas de madera aclaradas, se pintaron también de blanco, para quitarles un excesivo peso visual.

Los salones de paredes neutras necesitan un elemento de contraste que les den su peculiaridad. Puede ser una pared subida de tono o un mueble con presencia. En este de la imagen, la interiorista Asun Antó se ha decantado por enfundar los sofás en un color gris marengo que destacan frente a las paredes y el sillón en beis. Y para dar calidez, qué mejor que una chimenea integrada en la librería y una mesa de centro de madera.

Este salón pertenece a la casa de los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar. ¿Qué es lo que le hace singular? Sus nuevas ventanas. Las balconeras de sus extremos no existían, eran pared. Al crearlas, no solo la luz entra a raudales sino que duplicaron la entrada a las terrazas. El uso de tonos neutros, madera y fibra le hacen súper acogedor, ¿no crees?

Recrear con rigor el interior de una masía centenaria sin serlo fue el truco maestro que llevaron a cabo en este salón las interioristas Blanca Berenguer y Marta Xuclà. Y qué mejor para ello que rodearse de piezas con encanto, como la espectacular chimenea con base de piedra negra que sirve de asiento y de almacenaje para leña. ¿Otra llamada de atención? El techo de vigas de madera a dos aguas que recalca aún más ese aire de vivienda antigua.

Otro ejemplo de salón generoso que se duplica, también en originalidad. Al fondo, las interioristas Elena Llorente y Loreto Prieto, de Le Design 4U, dispusieron un estar más recogido y dado a la tertulia. En primer plano, el segundo salón, ubicado a un nivel inferior, se dedica al descanso y a disfrutar de sus maravillosas vistas. En cuanto al mobiliario cabe destacar, sobre todo, una chaise longue heredada y retapizada que rebosa estilazo. Y por supuesto, el original techo realizado ¡con más de 7.500 palitos de bambú colocados en diagonal a dos niveles! Todo un reto.

Y si las vigas de madera dan encanto, lo mismo ocurre con las paredes de piedra, como las que tiene este salón. La interiorista Maite Prats lo reformó respetando los muros que, además de darle personalidad, son un estupendo aislante térmico. Y frente a ese estilo rústico que desprenden, el estar se amuebló con sofás de lino y una mesa moderna que lo actualizan.

Los techos altos permiten la presencia de vigas de madera. Las de este salón a dos aguas, adquieren una forma triangular muy decorativa. La interorista Irma Aleu las dejó en su color natural para darles el protagonismo que se merecen. Su fuerza visual se contrarrestó con sofás claros y la calidez de la madera. La mesa de centro de estilo industrial hace un guiño a la cocina de microcemento, al fondo.

Tonos claros, muebles justos y alguna pincelada de verde son las claves para lograr un salón cómodo, apto para la desconexión total. Prueba de ello, es este de la imagen decorado por la interiorista Asun Antó: un salón comedor en donde dominan los tonos piedra y arena, junto con un relajante verde agua. A veces la sencillez es la mejor característica.  

Además de la presencia de vigas, los techos altos también permiten una decoración exquisita, como las de este salón decorado por el interiorista Jaime Parladé. Sus 3, 5 metros de altura se han adornado con franjas en tonos tierra, arena y verde creando figuras geométricas. Ese trío de colores se repite en el mobiliario y en los textiles: los sofás verdes, las butacas en crudo, la mesa de madera o el plaid marrón.

Llevar el exterior al interior de casa es una constante en la decoración de los últimos años. En este salón se ha logrado y, por eso, es especial. Han tapizado las butacas con estampados naturales que te hacen soñar con paisajes verdes. También puedes lograrlo con la presencia de plantas XL o con grandes ventanales que te permitan admirar el jardín.