"Es otro error común: atiborrarlo de muebles. No es necesario, a no ser que el dormitorio sea muy amplio. Mi recomendación es apostar por las piezas básicas", apunta la estilista de El Mueble Sol van Dorssen. De hecho, si quieres que tu dormitorio gane visualmente en m2, es mejor dejar libres de muebles 2/3 partes de las paredes.
Cabecero de Decolur Sofá y butaca de Tabu. Dormitorio proyectado por Sandra Vergara.
2 / 10
Colocar la cama arrinconada en el dormitorio
"Es algo que, siempre que se pueda, evitaría en un dormitorio principal. Es diferente en una habitación infantil, donde precisamente arrimar la cama a uno de los laterales es una de las opciones más habituales para aprovechar al máximo el espacio", explica Sol. Y es que una cama doble centrada en el espacio siempre dará armonía y equilibrio al espacio.
Messitas de noche de Little House y apliques de Avanluce.
3 / 10
Dejar las ventanas desnudas, sin cortinas
Las cortinas, no solo ayudan a regular la entrada de luz y brindan intimidad, sino que además decoran y visten un espacio. Un dormitorio sin cortinas o estores no se verá tan acabado como uno con cortinas, sobre todo si estas descansan holgadamente en el suelo, como nos gusta en El Mueble.
4 / 10
Crear un ambiente demasiado homógeneo
"No soy partidaria de engamarlo todo en un dormitorio. No es necesario que absolutamente todo (textiles, tapicerías, alfombra, color de las paredes…) sea igual o del mismo color. ¡Atrévete a mezclar!", recomienda Sol.
Banqueta de Bambú Bambú.
5 / 10
Apostar por una iluminación fría en el dormitorio
El jamás de los jamases en un dormitorio de El Mueble es que tenga una iluminación fría o demasiado blanca. No solo porque resulta desangelada y poco apetecible para un dormitorio, sino porque además una luz fría tiende a activarnos, mientras que una de cálida –a partir de 2.700ºK– ayuda a relajarnos, que es lo que se suele buscar en un dormitorio.
Cabecero diseño de la decoradora Pia Capdevila, responsable del proyecto de esta casa. Aplique de Faro.
6 / 10
Dejar la cama plana
"La típica cama que parece una mesa porque no tiene volumen es algo que evitaría a toda costa", sostiene la estilista. Por eso las camas de los dormitorios de El Mueble son mullidas, apetecibles, con varias combinaciones de ropa de cama... Todo esto les da volumen y las hace mucho más gustosas.
Cabecero diseño de la decoradora Pia Capdevila, responsable del proyecto de este dormitorio.
7 / 10
Una cama sin cojines decorativos
"Las camas, para ser gustosas, deben estar bien vestidas, y los cojines son un complemento básico que ayuda a hacer más atractiva y decorativa la cama", apunta Sol.
Cabecero de Coton et Bois. Proyecto decorativo de Asun Antó.
8 / 10
Unificar el tamaño de los cojines decorativos
"Evita usar solo un tamaño de cojines decorativos en la cama. A mí me gusta combinar dos cuadrados de unos 65 x 65 cm, dos rectangulares de 40 x 60 cm y uno redondo. Este mix crea un conjunto más dinámico y no tan rígido, como de showroom", explica Sol.
Proyecto de la decoradora Asun Antó.
9 / 10
Dejar el pie de cama desnudo
"La cama es una estructura dura que conviene ablandar y la ropa de cama y los cojines decorativos ayudan a ello. Pero no debemos olvidarnos del pie de cama. Para suavizarlo y, de pasada, vestir aún más la cama, son muy útiles los plaids o las mantas, colocadas de manera casual a pie de cama", recomienda Sol. Incluso si a pie de cama tienes una banqueta, como aquí, puedes colocar un plaid con este efecto como desarreglado o bien colocar un par o más doblados.
Banqueta de Maisons du Monde. Dormitorio decorado por Paula Duarte.
10 / 10
Colocar los cuadros demasiado altos
"Es un error habitual, colocar los cuadros demasiado altos. Me gusta dejar poca altura entre el cuadro y el mueble", explica Sol. Se recomienda dejar unos 30 cm entre el cabecero y el cuadro, aunque todo depende del tamaño del cuadro, de la habitación... Lo ideal sería que el centro del cuadro te quede a la altura de los ojos, para poder apreciarlo bien.